Últimamente un tema recurrente que percibo mucho en todos los ámbitos, es la intolerancia. Como diría Gandhi “No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia” Y no es solo en cuestión de fe, es amor, respeto, educación, apertura al diálogo.
El otro día justo leí algo que me encantó, decía que: ojalá se pusiera de moda; dar el mismo respeto que se exige, reconocer los errores, la coherencia, la lealtad y sonreír un poco más, así como el buen gusto. A lo que yo agregaría que ojalá también se pusieran de moda el sentido común, la tolerancia, y la educación per se.
Es increíble lo poco tolerantes que nos hemos vuelto ante todo y ante todos. Me queda claro que el mundo ha ido evolucionando, por lo que han cambiado en esta evolución, las maneras en las que nos relacionamos, y por lo tanto en las que nos podemos dejar de relacionar también. Creo yo de manera drástica en muchas ocasiones.
Ahora estamos a un click de distancia de desaparecer a alguien de nuestras vidas, ya sea en whatsapp, en facebook, twitter o instagram. Lo que ha vuelto nuestro nivel de tolerancia nulo.
¿En dónde quedó el preguntar, el dialogar, el resolver desacuerdos? Hoy estamos en una línea tan delgada, y tan desdibujada, que ya alguien hace o dice algo que no me parece, y lo bloqueo y lo saco de mi vida, en un segundo, no se necesita más.
Extraño esas buenas épocas, en que la gente era más educada, que el respeto era un valor que se usaba, la tolerancia no era algo irreal, en las que tu privacidad era tuya. Platicando con una amiga el fin de semana me estaba contando que un sujeto le pidió su número, lo cual la incomodó mucho, y más por educación y pena, que por otra cosa se lo dio. Porque además se lo pidió en un contexto de trabajo.
El sujeto en cuestión, en ese momento le marcó para comprobar que sí era su número. Qué tiempos aquellos en los que podías inventar tu teléfono a gusto, y ya el tipo se daba cuenta que no te latió, en la comodidad de su casa, y no te tenías que aventar la comprobación.
Junto a estas épocas de libre privacidad y bateo a gusto, añoro como no tienen idea, esos momentos de antaño, en los que todos éramos más tolerantes, o si no lo éramos, al menos no nos tomábamos todo tan personal.
Siento que ahora vivimos en un espiral de enojo, en el cual nuestro nivel de tolerancia es nulo, se ha ido creando una polarización en el país, que se hace presente a cada paso que damos.
Parece que es ley, estar en contra de todo, de replicar sin siquiera saber o preguntar. Tomarnos todo personal, no ponernos jamás en el lugar del otro. Y ser groseros por regla. Sin más nuestro humor, es un constante estar de malas, por todo y por nada. Repelar por todo y por nada, opinar de todo y de nada. Sin argumentos sólidos y sin propuesta ni sentido.
En qué momento pasó esto, es algo que me sigo preguntando día a día. Lo que sí se, es que cada vez estamos más cañones. Está muy fuerte que te de gusto que se suicide alguien. Se me hace demasiado fuerte, que aplaudas el que le pase una tragedia, a seres humanos, y tu comentario sea que tu mejor regalo de navidad, es que se murieron en un helicoptero personas. Que todo sea feminismo v.s machismo
Y es que esto ya va, desde temas tan simples como, que le contestas 10 min más tarde de lo que él quería, o esperaba, te bloquea. No cumples todos los caprichos y no fue el matrimonio que se tenía en mente desde que tenían 5, y a los 3 meses se divorcian. Empiezo a estudiar me topo con tres materias que no me rayan, me cambio de carrera o dejo de estudiar. Opino de un tema, y la gente desacuerda con mi opinión y ya no doy derecho a réplica. Ya todo es insulto, llamarnos de tal o cual forma. Bloquearnos sin ton ni son.
La intolerancia no entiende de clases sociales, ni de formas, religiones, grupos, formas de ser, pensar o actuar. Es algo que ataca y discrimina, ofende y lastima, sin importar nada ni nadie.
Entendamos que el respeto a las opiniones de los demás engrandece y te hace aprender, que viajar enseña tolerancia, leer nos hace más abiertos a los temas, y a poder argumentar con fundamento nuestras opiniones. Si no entiendes del todo un tema o desconoces completamente de él, mejor quedarse al margen de la discusión.
Siempre he creído que nada resulta más atractivo, que la cortesía, la paciencia y la tolerancia. Qué emocionante y divertido es cuando empiezas a platicar con alguien sobre un tema, en el cual quizá no están de acuerdo en nada, tienen posturas completamente diferentes, pero gracias al respeto, la tolerancia y la educación. Pueden debatir sin problema alguno al respecto. Quizá de alguna u otra forma aprenden el uno del otro.
Lo he dicho en otros post, conforme he ido creciendo, algo que me ha equilibrado es rodearme de personas que tienen mí mismo estilo de vida, que me quieren y quiero. O al menos los aprecio.
Hasta que no entendí que lo que tenía que hacer era, buscar gente que es bondadosa, que sus valores sean la compasión, la tolerancia, la educación y el respeto, me llevé malas experiencias, y me desequilibre, en incontables ocasiones.
No siempre vas a tener la oportunidad de elegir a las personas de las cuales te rodeas, cuando tengas esa opción, busca que sean del tipo que te sumen y no que te resten. Que aprendas de ellas y que aporten a tu vida. Que sean tolerantes y enriquezcan tu día a día.
Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales para que más personas se enteren.
Últimamente un tema recurrente que percibo mucho en todos los ámbitos, es la intolerancia. Como diría Gandhi “No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia” Y no es solo en cuestión de fe, es amor, respeto, educación, apertura al diálogo.
El otro día justo leí algo que me encantó, decía que: ojalá se pusiera de moda; dar el mismo respeto que se exige, reconocer los errores, la coherencia, la lealtad y sonreír un poco más, así como el buen gusto. A lo que yo agregaría que ojalá también se pusieran de moda el sentido común, la tolerancia, y la educación per se.
Es increíble lo poco tolerantes que nos hemos vuelto ante todo y ante todos. Me queda claro que el mundo ha ido evolucionando, por lo que han cambiado en esta evolución, las maneras en las que nos relacionamos, y por lo tanto en las que nos podemos dejar de relacionar también. Creo yo de manera drástica en muchas ocasiones.
Ahora estamos a un click de distancia de desaparecer a alguien de nuestras vidas, ya sea en whatsapp, en facebook, twitter o instagram. Lo que ha vuelto nuestro nivel de tolerancia nulo.
¿En dónde quedó el preguntar, el dialogar, el resolver desacuerdos? Hoy estamos en una línea tan delgada, y tan desdibujada, que ya alguien hace o dice algo que no me parece, y lo bloqueo y lo saco de mi vida, en un segundo, no se necesita más.
¿En dónde quedó el preguntar, el dialogar, el resolver desacuerdos? Hoy estamos en una línea tan delgada, y tan desdibujada, que ya alguien hace o dice algo que no me parece, y lo bloqueo y lo saco de mi vida, en un segundo, no se necesita más.
Extraño esas buenas épocas, en que la gente era más educada, que el respeto era un valor que se usaba, la tolerancia no era algo irreal, en las que tu privacidad era tuya. Platicando con una amiga el fin de semana me estaba contando que un sujeto le pidió su número, lo cual la incomodó mucho, y más por educación y pena, que por otra cosa se lo dio. Porque además se lo pidió en un contexto de trabajo.
El sujeto en cuestión, en ese momento le marcó para comprobar que sí era su número. Qué tiempos aquellos en los que podías inventar tu teléfono a gusto, y ya el tipo se daba cuenta que no te latió, en la comodidad de su casa, y no te tenías que aventar la comprobación.
Junto a estas épocas de libre privacidad y bateo a gusto, añoro como no tienen idea, esos momentos de antaño, en los que todos éramos más tolerantes, o si no lo éramos, al menos no nos tomábamos todo tan personal.
Siento que ahora vivimos en un espiral de enojo, en el cual nuestro nivel de tolerancia es nulo, se ha ido creando una polarización en el país, que se hace presente a cada paso que damos.
Parece que es ley, estar en contra de todo, de replicar sin siquiera saber o preguntar. Tomarnos todo personal, no ponernos jamás en el lugar del otro. Y ser groseros por regla. Sin más nuestro humor, es un constante estar de malas, por todo y por nada. Repelar por todo y por nada, opinar de todo y de nada. Sin argumentos sólidos y sin propuesta ni sentido.
En qué momento pasó esto, es algo que me sigo preguntando día a día. Lo que sí se, es que cada vez estamos más cañones. Está muy fuerte que te de gusto que se suicide alguien. Se me hace demasiado fuerte, que aplaudas el que le pase una tragedia, a seres humanos, y tu comentario sea que tu mejor regalo de navidad, es que se murieron en un helicoptero personas. Que todo sea feminismo v.s machismo
Y es que esto ya va, desde temas tan simples como, que le contestas 10 min más tarde de lo que él quería, o esperaba, te bloquea. No cumples todos los caprichos y no fue el matrimonio que se tenía en mente desde que tenían 5, y a los 3 meses se divorcian. Empiezo a estudiar me topo con tres materias que no me rayan, me cambio de carrera o dejo de estudiar. Opino de un tema, y la gente desacuerda con mi opinión y ya no doy derecho a réplica. Ya todo es insulto, llamarnos de tal o cual forma. Bloquearnos sin ton ni son.
La intolerancia no entiende de clases sociales, ni de formas, religiones, grupos, formas de ser, pensar o actuar. Es algo que ataca y discrimina, ofende y lastima, sin importar nada ni nadie.
Entendamos que el respeto a las opiniones de los demás engrandece y te hace aprender, que viajar enseña tolerancia, leer nos hace más abiertos a los temas, y a poder argumentar con fundamento nuestras opiniones. Si no entiendes del todo un tema o desconoces completamente de él, mejor quedarse al margen de la discusión.
Siempre he creído que nada resulta más atractivo, que la cortesía, la paciencia y la tolerancia. Qué emocionante y divertido es cuando empiezas a platicar con alguien sobre un tema, en el cual quizá no están de acuerdo en nada, tienen posturas completamente diferentes, pero gracias al respeto, la tolerancia y la educación. Pueden debatir sin problema alguno al respecto. Quizá de alguna u otra forma aprenden el uno del otro.
Lo he dicho en otros post, conforme he ido creciendo, algo que me ha equilibrado es rodearme de personas que tienen mí mismo estilo de vida, que me quieren y quiero. O al menos los aprecio.
Hasta que no entendí que lo que tenía que hacer era, buscar gente que es bondadosa, que sus valores sean la compasión, la tolerancia, la educación y el respeto, me llevé malas experiencias, y me desequilibre, en incontables ocasiones.
No siempre vas a tener la oportunidad de elegir a las personas de las cuales te rodeas, cuando tengas esa opción, busca que sean del tipo que te sumen y no que te resten. Que aprendas de ellas y que aporten a tu vida. Que sean tolerantes y enriquezcan tu día a día.
Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales para que más personas se enteren.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario