Viajar reduce el
estrés y la ansiedad, el estrés lo queramos o no es algo que forma parte de nosotros en este
2018. El trabajo, las prisas y el ritmo de vida frenético nos lo causan.
Cuando viajamos nos
desconectamos, y vivimos el momento, nos dejamos fluir.
Mi primer viaje
importante fue a Europa; me fui tres meses de mochilas con dos primas y nos alcanzó un mes mi mejor amiga. Pedí un
permiso en el trabajo y nos aventuramos a: descubrir un nuevo idioma, a conocer
comida que antes no habíamos probado, a recorrer calles durante horas en
distintos climas.
Fue entender que el
mar no en todos lugares es el mismo, que de un día a otro puedes hacer amigos
que conservarás para toda la vida. A disfrutar y unirte más a los que tenías,
en ese viaje entendí que esa frase que siempre escuchas, que dice así; quieres
conocer a alguien viaja con él, es sumamente cierta.
Confieso que aunque
en algunos momentos dude, si era la mejor decisión gastarme todos mis ahorros
de un año, hoy sé que fue lo mejor que pude hacer.
Ningún viaje va a
salir tal cual como lo planeamos; esto nos obliga a resolver lo que vaya
pasando en el momento, otra ventaja de viajar es justo está, el tener el poder
de resolver.
Al salir de tu zona de confort, o como le digo a mi mejor amigo, cuando sales de tu ecosistema. Tienes que adaptarte al clima, otra cama, y todas las eventualidades que se van presentando, desde la barrera del idioma, hasta encontrar el lugar al que quieres llegar.
Al salir de tu zona de confort, o como le digo a mi mejor amigo, cuando sales de tu ecosistema. Tienes que adaptarte al clima, otra cama, y todas las eventualidades que se van presentando, desde la barrera del idioma, hasta encontrar el lugar al que quieres llegar.
Viajar es salir
primero de tu país y luego de tu ciudad,
es comprender que el mundo es tan amplio como tú quieras hacerlo.
Que rico es comer
algo diferente, escuchar distintos idiomas, ver paisajes que nunca habías
visto, ser parte de otra cultura tan distinta a la tuya, ahí es cuando
entiendes, que hogar es el lugar donde te sientes bien, no es un país, o una
ciudad.
Viajar aumenta tus
habilidades sociales y de comunicación,
al final estás escuchando otro idioma, estás viendo en primer plano otra forma
de entender el mundo.
Es la oportunidad de conectarte con otras culturas, en un lugar desconocido, en un idioma que no es el tuyo, que tal vez no lo hablas mucho o nada. Así que eso hará que desarrolles tus habilidades sociales.
Es la oportunidad de conectarte con otras culturas, en un lugar desconocido, en un idioma que no es el tuyo, que tal vez no lo hablas mucho o nada. Así que eso hará que desarrolles tus habilidades sociales.
Es delicioso saber
que México es un país tan querido en muchos lugares del mundo, bastaba con decir
que éramos mexicanas para que todos fueran extra amables.
Es increíble como
cuando viajas se abre tu mente y amplían tus horizontes, de verdad que es la
mejor solución para deshacerse de estereotipos y prejuicios.
Después de ese
viaje, tuve la oportunidad de irme a Creel un pueblo surrealista desde mi particular punto de vista, está en Chihuahua. Ahí viví un mes, conocí a una gran amiga Francesa, fue donde aprendí
que puedes trabajar donde sea, que la cerveza claro que sí empanzona y más si
te la tomas diario. Que te pueden celebrar unos completos extraños tu
cumpleaños durante una semana y hacerte sentir la más especial.
¡Esas memorias son las que te dejan los
viajes!
Siempre quise vivir
en Monterrey, era algo que tenía que hacer como meta personal. Me encanta la ciudad, siento que tiene muchas ventajas para trabajar. Un día me llegó una muy buena oferta de trabajo que implicaba el irme a vivir para allá. Así que de un minuto a otro y de bote pronto tomé la decisión y sin duda alguna la mejor; de irme a vivir para allá.
Realizar un viaje emocionante es la mejor forma de conocerse a uno mismo. Más cuando decides que vas a cambiar de ciudad para irte a vivir a otro lugar, donde tu contexto diario y entorno es totalmente distinto, lo que nos puede ayudar a tomar perspectiva sobre quiénes somos y qué queremos en la vida.
Realizar un viaje emocionante es la mejor forma de conocerse a uno mismo. Más cuando decides que vas a cambiar de ciudad para irte a vivir a otro lugar, donde tu contexto diario y entorno es totalmente distinto, lo que nos puede ayudar a tomar perspectiva sobre quiénes somos y qué queremos en la vida.
Estos cambios de
vida nos dan un nuevo enfoque vital, descubriendo cosas que no sabíamos que nos
gustaban.
Así fue Monterrey
por tres años, fue un parteaguas
en mi vida, algo que me hizo crecer de maneras inimaginables, conocí a personas
increíbles que me cambiaron para bien sin duda, hice amigos entrañables que se
volvieron en su momento mis hermanos, que pasan los años y esa amistad sólo
crece. Me reencontré con personas que hoy son parte de mi día a día y que no me imagino mi vida sin ellas.
Después de tres
años regresé a vivir a Puebla, y sigo viajando cada que puedo, porque viajar te hace más feliz. Las experiencias
que vivimos durante los viajes nos hacen estar felices. Cuando estamos fuera de
casa olvidamos las preocupaciones, durante un viaje realizamos actividades que
nos gustan y que promueven que nos relacionemos con otras personas.
Como aprender a
bailar bachata en Oaxaca, tomar mezcal y volverme muy fan del mismo. Conocer a
una gran amiga Inglesa. Hacer rodadas nocturnas en bicicleta con mis amigas.
Comer tasajo, disfrutar de los Danzantes. Recorrer sus calles que son mágicas,
ser feliz.
La playa es ese
lugar mágico que siempre cura el alma, la vitamina sea te aleja del miedo y de
las inseguridades que muchas veces nos paralizan en nuestro día a día.
Cuando viajas y te das la oportunidad de conocer una nueva cultura, superarás tus inseguridades. Cuantas veces nos ha pasado que por muy timido que seas en otra ciudad o en otro país, tienes que vencerlo para preguntar que comer, o cómo llegar, o a donde ir.
Muchas veces viajar
te hace replantear muchas situaciones, como por
ejemplo si pudiste sobrevivir 3 meses sin esos zapatos tal vez puedes
sobrevivir siempre sin ellos, quizá es el momento de donarlos a alguien que
realmente los necesite.
Pasar tiempo fuera
de casa puede ampliar tu forma de ver las cosas y la vida en general. Hace que
valores menos lo material y más lo que te da el día a día, como decía durante
el viaje a Europa; sí nos está lloviendo horrible y ya nos empapamos pero en
Italia, rodeada de Italianos guapos, cambia la perspectiva verdad.
Cambiar de contexto
y sumergirte en una nueva ciudad y en una cultura hasta ahora desconocida te
ofrece la posibilidad de relativizar tus problemas cotidianos.
Esto favorece a que seas más empático y que valores la otra cultura, el otro idioma, el otro ecosistema punto.
Esto favorece a que seas más empático y que valores la otra cultura, el otro idioma, el otro ecosistema punto.
Aprendes de forma constante palabras nuevas que en algún momento volverás a usar, siempre es divertido ir agregando experiencias nuevas a tu vida.
Vivir experiencias
únicas en entornos distintos a los que estamos acostumbrados nos proporciona aprendizajes
y conocimientos que nos hace ser mejores, nos da otra visión sobre las cosas, sobre las
relaciones, sobre la religión, sobre la forma en que las distintas culturas viven
su día a día.
Además, el hábito
de viajar nos proporciona las herramientas para que podamos cuestionarnos
nuestro día a día, y nuestros valores más arraigados. Conocer cosas nuevas nos
potencia habilidades y desarrolla nuestro criterio, y así logramos desarrollar
nuestra visión de las cosas y ampliar nuestro horizonte.
Viajar y conocer
nuevos países y culturas amplía nuestra visión sobre la sociedad. Nos vuelve
más respetuosos y flexibles.
Siempre ante la
duda, el primer impulso. Al fin que las malas decisiones hacen buenas historias
y las buenas te dejan los mejores recuerdos.
Creo que lo mejor
que me ha dado el viajar, es vencer mis miedos. Cuando descubres que ser
valiente es apostar por aquello que sientes y quieres, sabiendo que es un
volado que puede resultar o que tal vez no.
Es ir sacrificando ciertos aspectos por algo más grande que te llena más. Entonces es cuando te prometes serlo más veces.
Es ir sacrificando ciertos aspectos por algo más grande que te llena más. Entonces es cuando te prometes serlo más veces.
Si algo me da gusto
de escribir, es la posibilidad de que esto llegue al suficiente número de
personas cómo para hacer la diferencia en alguien, en cualquier sentido.
Gracias por seguir
siendo parte de esta aventura, déjame tus comentarios me dará gusto leerlos. Si
te gustó este post compártelo en tus redes sociales, para que más personas se
enteren de este blog.
MJBDU
No hay comentarios.:
Publicar un comentario