jueves, 12 de julio de 2018

-“EL FASCISMO SE CURA LEYENDO Y EL RACISMO SE CURA VIAJANDO" UNAMUNO-

Viajar reduce el estrés y la ansiedad, el estrés lo queramos o no  es algo que forma parte de nosotros en este 2018. El trabajo, las prisas y el ritmo de vida frenético nos lo causan.

Cuando viajamos nos desconectamos, y vivimos el momento, nos dejamos fluir.

Mi primer viaje importante fue a Europa; me fui tres meses de mochilas con dos primas y nos alcanzó un mes mi mejor amiga. Pedí un permiso en el trabajo y nos aventuramos a: descubrir un nuevo idioma, a conocer comida que antes no habíamos probado, a recorrer calles durante horas en distintos climas.



Fue entender que el mar no en todos lugares es el mismo, que de un día a otro puedes hacer amigos que conservarás para toda la vida. A disfrutar y unirte más a los que tenías, en ese viaje entendí que esa frase que siempre escuchas, que dice así; quieres conocer a alguien viaja con él, es sumamente cierta.

Confieso que aunque en algunos momentos dude, si era la mejor decisión gastarme todos mis ahorros de un año, hoy sé que fue lo mejor que pude hacer.

Ningún viaje va a salir tal cual como lo planeamos; esto nos obliga a resolver lo que vaya pasando en el momento, otra ventaja de viajar es justo está, el tener el poder de resolver. 

Al salir de tu zona de confort, o como le digo a mi mejor amigo, cuando sales de tu ecosistema. Tienes que adaptarte al clima, otra cama, y todas las eventualidades que se van presentando, desde la barrera del idioma, hasta encontrar el lugar al que quieres llegar. 

Viajar es salir primero de tu país y luego de tu ciudad,  es comprender que el mundo es tan amplio como tú quieras hacerlo.

Que rico es comer algo diferente, escuchar distintos idiomas, ver paisajes que nunca habías visto, ser parte de otra cultura tan distinta a la tuya, ahí es cuando entiendes, que hogar es el lugar donde te sientes bien, no es un país, o una ciudad.

Viajar aumenta tus habilidades  sociales y de comunicación, al final estás escuchando otro idioma, estás viendo en primer plano otra forma de entender el mundo. 

Es la oportunidad de conectarte con otras culturas, en un lugar desconocido, en un idioma que no es el tuyo, que tal vez no lo hablas mucho o nada. Así que eso hará que desarrolles tus habilidades sociales.

Es delicioso saber que México es un país tan querido en muchos lugares del mundo, bastaba con decir que éramos mexicanas para que todos fueran extra amables.

Es increíble como cuando viajas se abre tu mente y amplían tus horizontes, de verdad que es la mejor solución para deshacerse de estereotipos y prejuicios.

Después de ese viaje, tuve la oportunidad de irme a Creel un pueblo surrealista desde mi particular punto de vista, está en Chihuahua. Ahí viví un mes, conocí a una gran amiga Francesa, fue donde aprendí que puedes trabajar donde sea, que la cerveza claro que sí empanzona y más si te la tomas diario. Que te pueden celebrar unos completos extraños tu cumpleaños durante una semana y hacerte sentir la más especial. 

 ¡Esas memorias son las que te dejan los viajes!


Siempre quise vivir en Monterrey, era algo que tenía que hacer como meta personal. Me encanta la ciudad, siento que tiene muchas ventajas para trabajar. Un día me llegó una muy buena oferta de trabajo que implicaba el irme a vivir para allá.  Así que de un minuto a otro y de bote pronto tomé la decisión y sin duda alguna la mejor;  de irme a vivir para allá.


 Realizar un viaje emocionante es la mejor forma de conocerse a uno mismo. Más cuando decides que vas a cambiar de ciudad para irte a vivir a otro lugar, donde  tu contexto diario y  entorno es totalmente distinto, lo que nos puede ayudar a tomar perspectiva sobre quiénes somos y qué queremos en la vida.

Estos cambios de vida nos dan un nuevo enfoque vital, descubriendo cosas que no sabíamos que nos gustaban.

Así fue Monterrey por tres años, fue un parteaguas en mi vida, algo que me hizo crecer de maneras inimaginables, conocí a personas increíbles que me cambiaron para bien sin duda, hice amigos entrañables que se volvieron en su momento mis hermanos, que pasan los años y esa amistad sólo crece. Me reencontré con personas que hoy son parte de mi día a día y que no me imagino mi vida sin ellas.


Después de tres años regresé a vivir a Puebla, y sigo viajando cada que puedo, porque  viajar te hace más feliz. Las experiencias que vivimos durante los viajes nos hacen estar felices. Cuando estamos fuera de casa olvidamos las preocupaciones, durante un viaje realizamos actividades que nos gustan y que promueven que nos relacionemos con otras personas.

Como aprender a bailar bachata en Oaxaca, tomar mezcal y volverme muy fan del mismo. Conocer a una gran amiga Inglesa. Hacer rodadas nocturnas en bicicleta con mis amigas. Comer tasajo, disfrutar de los Danzantes. Recorrer sus calles que son mágicas, ser feliz.

La playa es ese lugar mágico que siempre cura el alma, la vitamina sea te aleja del miedo y de las inseguridades que muchas veces nos paralizan en nuestro día a día.

Cuando viajas y te das la oportunidad de conocer una nueva cultura, superarás tus inseguridades. Cuantas veces nos ha pasado que por muy timido que seas en otra ciudad o en otro país, tienes que vencerlo para preguntar que comer, o cómo llegar, o a donde ir. 

Muchas veces viajar te  hace replantear muchas situaciones, como por ejemplo si pudiste sobrevivir 3 meses sin esos zapatos tal vez puedes sobrevivir siempre sin ellos, quizá es el momento de donarlos a alguien que realmente los necesite.

Pasar tiempo fuera de casa puede ampliar tu forma de ver las cosas y la vida en general. Hace que valores menos lo material y más lo que te da el día a día, como decía durante el viaje a Europa; sí nos está lloviendo horrible y ya nos empapamos pero en Italia, rodeada de Italianos guapos, cambia la perspectiva verdad. 

Cambiar de contexto y sumergirte en una nueva ciudad y en una cultura hasta ahora desconocida te ofrece la posibilidad de relativizar tus problemas cotidianos.

 Esto favorece a que seas más empático y que  valores la otra cultura, el otro idioma, el otro ecosistema punto.

Aprendes de forma constante palabras nuevas que en algún momento volverás a usar, siempre es divertido ir agregando experiencias nuevas a tu vida.

Vivir experiencias únicas en entornos distintos a los que estamos acostumbrados nos proporciona aprendizajes y conocimientos que nos hace ser mejores,  nos da otra visión sobre las cosas, sobre las relaciones, sobre la religión, sobre la forma en que las distintas culturas viven su día a día.

Además, el hábito de viajar nos proporciona las herramientas para que podamos cuestionarnos nuestro día a día, y nuestros valores más arraigados. Conocer cosas nuevas nos potencia habilidades y desarrolla nuestro criterio, y así logramos desarrollar nuestra visión de las cosas y ampliar nuestro horizonte.

Viajar y conocer nuevos países y culturas amplía nuestra visión sobre la sociedad. Nos vuelve más respetuosos y flexibles.

Siempre ante la duda, el primer impulso. Al fin que las malas decisiones hacen buenas historias y las buenas te dejan los mejores recuerdos.

Creo que lo mejor que me ha dado el viajar, es vencer mis miedos. Cuando descubres que ser valiente es apostar por aquello que sientes y quieres, sabiendo que es un volado que puede resultar o que tal vez no. 

Es ir sacrificando ciertos aspectos por algo más grande que te llena más. Entonces es cuando te prometes serlo más veces.


Si algo me da gusto de escribir, es la posibilidad de que esto llegue al suficiente número de personas cómo para hacer la diferencia en alguien, en cualquier sentido.


Gracias por seguir siendo parte de esta aventura, déjame tus comentarios me dará gusto leerlos. Si te gustó este post compártelo en tus redes sociales, para que más personas se enteren de este blog.

MJBDU





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