-MUDANZAS-

Este capítulo de mi vida se llama “Mudanza"



 Estoy a menos de una semana de mudarme a vivir a Puebla, y esta sería la tercera mudanza con mi novio en menos de un año.

Que complicadas son las mudanzas caray. Es un desgaste emocional, económico, físico y lo más importante  creo es, el conjunto de los tres que hace que quieras que  ya termine el proceso,  como sea pero que termine.

Ese es el aspecto negativo, la vida es equilibrio y es un conjunto entre aspectos no tan buenos, y otros que son los mejores.

Las mudanzas implican cambios.  Más allá del punto geográfico, es un mover espacios, tiempos, pertenencias, a veces toca  deshacerte de algunas de ellas,  y otras implica darles la bienvenida a nuevas cosas.

Es ir guardando recuerdos, objetos, fotos,  vaya ni más ni menos toda tu vida al momento. Es irte desprendiendo, gozando de lo vivido para poder darle espacio a lo que viene.

Sin perder de vista todo lo que pasó, agradeciendo cada instante que viviste ahí, cada risa, cada vino, cada pleito, cada café por la mañana, los desayunos, las comidas, las cenas, las romanceadas, las carcajadas, el cocinar, el lavar trastes, las compras,  a Hanna. 

Hanna es la perra más adorable que nos pidieron unos amigos cuidar por 8 meses, y la verdad es que el solo pensar en no llevarla conmigo a Puebla me parte el corazón, con ella aprendí que el desapego literal duele. Voy a extrañarla tanto, me enseñó tanto en este tiempo, la disfruté de una manera irreal, y solo me queda soltar y agradecer cada minuto  que vivimos juntas, y pensar que va a entender que la voy a amar siempre y que la voy a extrañar muchísimo. 

Mudarte se  trata también de intentar  desprenderte de lo que no sirvió en ese lugar para no llevarlo contigo en este cambio, y así no repetirlo en el lugar nuevo, esto se lee fácil, creo que no lo es tanto.

Las mudanzas son complicadas, porque al final estás dejando un tiempo de tu vida, que ya no va a regresar y que vivirá como memoria por siempre. Y eso a veces cuesta, es difícil entenderlo, y es que en todos los lugares siempre habrá cosas que te gustaban muchísimo, y otras que simplemente no lo hacían.

Pero asimilar desprenderte de  lo bueno no es cualquier cosa, y es que dejar lo cómodo, esa zona de confort que nos ofrece calidez y nos procura tranquilidad, cuesta apartarlo y el entrar en la zona de la incertidumbre de no saber si lo que viene va a ser mejor, da terror.

Entre las cosas buenas que traen las mudanzas son: historias nuevas por vivir, espacios desconocidos por descubrir, lugares por recorrer, nuevos cafés, vinos, romanceadas, desayunos, besos, comidas juntos, lugares que te van a encantar y otros que vas a odiar.

Un aspecto importante en esta edad de mudanza es que ya implica una convivencia distinta. Ya tus relaciones van a ser 100% por decisión.

Esta mudanza en mi caso también significa a mí familia cerca, el poder abrazar a mis papás más seguido, el convivir con mis hermanos cada que quiera, el lujo de ver crecer a mis sobrinas. Estar en contacto con mis amigos de toda la vida, las calles que conozco de memoria, las tiendas que me gustan, lo cierto.

El ya no perderme eventos familiares, ni eventos con mis amigos, que para alguien que es tan familiar y amiguera como yo implica mucho se los aseguro.

 Y bueno también el tener la tranquilidad de la cercanía, y más cuando entiendes que tus papás no se van haciendo más jóvenes conforme va pasando el tiempo, y te entra una urgencia por querer atesorar cada minuto con ellos mientras los tengas con vida.

Cada mudanza a implicado un reto, un crecer, una nueva oportunidad, es un cambio que, aunque al principio no se sienta positivo, lo terminará siendo.

Y a la vez es súper emocionante todo lo que viene, el ir recorriendo caminos juntos, el ir disfrutando de todo lo bueno que traerá esta mudanza.

Cuando entendemos que todo lo que viene conviene, es un poco más esperanzador el asunto, le baja un gramo al nervio y le sube una rayita a la felicidad.

Creo que lo que nos enseñan las mudanzas es el desapego, el soltar, el valorar y apreciar lo que se tiene, abrazar lo que viene, y tener fe en que todo va a estar bien.

Agradecer cada momento vivido en el lugar que se deja, y abrirte a todo lo que está por ocurrir teniendo certeza que será un cambio positivo.

Muchas veces tenemos miedo de hacer las cosas, y por eso miedo es que no las hacemos, y nos perdemos oportunidades, cuando decides ir más allá de ese miedo, es cuando se te presentan momentos increíbles. Es tener valor y decir un me la rifo.

Cuando pasa el tiempo, creo que a muchos nos ha pasado que nos preguntamos ¿por qué le tenia tanto miedo a eso? Así que arriesguemos y en una de esas si tenemos suerte nos daremos cuenta que el riesgo valió 100% la pena, y que quizá lo que ganamos fue mucho más de lo que dejamos. 

Les confieso que muero de nervio , de nostalgia, de tristeza de dejar a mi Hanna, pero creo que el sentimiento que más tengo es emoción por descubrir todo lo que vendrá. 

Gocemos cada instante, valoremos, agradezcamos y si tenemos suerte dejemos la suficiente huella, como para que cada que alguien nos recuerde lo haga con una sonrisa.

Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales para que más personas se enteren.

MJBDU




 



Comentarios

Unknown dijo…
Me identifico tanto con lo que describes, son cansadas las mudanzas pero siempre llega el lugar en el que tanto deseaste estar y eso, lo vale todo!
Gracias por compartir.

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