-MOMENTOS-



Somos instantes, momentos que se van sumando día a día. Que sí realmente somos justos y bien honestos no tenemos comprados y no tenemos idea en qué instante van a cambiar o simplemente van a cesar. Porque sí algo se ha cansado de demostrarnos este 2020 es que la vida cambia en un segundo. 


Entonces después de tres meses de encierro de meterme ayer el susto de la vida por el sismo me cuestioné:  ¿Realmente valoramos la vida? El día a día que tenemos prestado, ¿sabemos y entendemos en qué estamos enfocando nuestra energía?. 


¿A quién le compartimos nuestros instantes? ¿Somos realmente conscientes de a qué venimos y estamos haciendo algo con nuestro propósito?, o solo estamos transitando de forma autómata, por costumbre, por pasar y sin realmente hacer algo de importancia, de valor, de gusto.  


Siento que algo que vamos perdiendo conforme vamos creciendo es disfrutar de todo, cuando somos pequeños todo nos asombra, hay miles de cosas literal que nos provocan gusto, el miedo no es una palabra tan común y somos más aventados, el fracaso no es una opción, las caídas tanto físicas como mentales no son un gran problema.  


Conforme vamos creciendo ya nos cuesta más disfrutar de las cosas, ya no nos asombra todo, ya vamos haciendo cotidianas y rutinarias cosas que damos por sentadas sin que realmente las apreciemos en la justa medida en la que deberíamos. 


Así vamos dejando pasar: atardeceres, pláticas, cafés, personas. Vamos asumiendo que siempre habrá tiempo, que todos y todo estarán ahí, cuando no hay nada más alejado de la realidad que esto. 


No es que tengas la idea de la muerte en la cabeza todo el tiempo, pero sí el sentido de valorar y entender que hoy estamos y mañana no se sabe.  Entonces ¿Cómo es que quieres ir pasando tus días? De forma automática, o realmente con consciencia, amor, compromiso, inteligencia, aporte, con ganas de dejar huella de forma diaria, de una u otra manera.  


A veces nos vamos a lo grande para ir dejando esa huella y no entendemos que es en la sonrisa que le provocas a alguien, en ese escuchar a tu amiga cuando tiene un problema, en ese decir te quiero, ese beso que te dejo sin aliento,  en compartir esos desayunos y caminatas.

  

Insisto nos vamos olvidando que en los pequeños detalles es donde están las grandes diferencias. Vivir con propósito si me descuido es un poco hacer lo que realmente te importa, estar en sintonía con tus valores y creencias. 


Cuando realmente descubres tu pasión todo toma un sentido distinto, ¿cómo la descubres? No lo sé a ciencia cierta, solo  que es algo que reconoces, empoderas y sientes.  


Al final del día la vida es ir formándote día a día, llenando tus días de colores, dejar de ser vago, para ser así tal cual, SER. Y siento que cuando entiendes que todo esto parte de ser tú mismo,  de encontrar tu pasión,  de llevar a cabo la misma, de entender que puedes monetizarla y darle un sentido y una misión, de ir haciendo eso para  lo que realmente eres bueno, desde el corazón algo hace click 


Quizá en este descubrimiento además cachas que puedes aportar en el ínter a los demás y eso está padrísimo. En el fondo todos sabemos lo que nos hace sentir vivos, sólo tenemos que poner atención. 


Somos energía lo divertido e interesante es dónde, cómo, por qué y para qué la usamos.  


Algo que siempre hará que tus días tomen sentido es estar conectado contigo mismo, fluir, dejar que tu energía tome su cauce, mi pasión me provoca equilibrio, felicidad, paz, el canal para llevarla a cabo o al menos uno de ellos es la escritura. 


En muchas ocasiones es lo que me da respuestas, y hace que me pregunte lo necesario para cada instante. Porque ustedes no están para saberlo ni yo para contárselos. Pero hay muchísimas ocasiones en que simplemente siento que mi alma está bloqueada. 


En que no logro conectarme conmigo, entonces las más mínimas cosas me drenan y hacen que pierda energía, ahí lo que siempre trato de hacer es pausar, dejar que mi alma me alcance, que la energía suba y fluya. 


Y sobre todo algo en lo que me esfuerzo diario, porque no es nada fácil, es en confiar en  misma, subir el volumen de mis emociones, y silenciar el ruido externo de los demás. Olvidarme de lo que piensan, en jamás validarme en ellos, porque además es imposible, no hay forma.  


No hay una manera correcta o errónea de vivir. Muchas veces el ego (el gran controlador) nos engaña, nos hace olvidarnos de nuestra intuición, nos intenta hacer creer que nuestra voz no es la importante.  


Nadie debe decirte cómo hacer las cosas, o qué es lo que te funciona a ti, o qué es lo que te gusta o no, cómo debes pasar tus días o vivir tu vida, esa es tu decisión y de nadie más. ¿Qué es lo que te funciona a ti?, ¡eso es lo importante¡ Lo demás es lo de menos.  


Decide de manera consciente como quieres ir viviendo esta vida que son dos días. Confía en tu capacidad para tomar las mejores decisiones para ti.  Y hazlo así en cada área de tu vida, en cada aspecto. En el trabajo, en el amor, en la familia, en los viajes, en los deportes, en lo que te gusta y no. 


Y lo más importante se feliz, con lo que tengas, como puedas, con lo que quieras y con quien quieras, pero en verdad esfuérzate por serlo. No en una positividad tóxica, solo en el valorar que caramba mañana quizá ya no tengas esa oportunidad de al menos intentarlo.  


Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales para que más personas se enteren.


MJBDU



Comentarios

rafa hernandez dijo…
Estoy gratamente sorprendido, como siempre es un gran texto, te seguire disfrutando abrazos y besos desde Michoacán !!

Entradas populares