-ES DESDE LO SANO; EN LA RECIPROCIDAD-



Desde que somos pequeños nos hacen creer que hay vínculos obligados y que se dan por naturaleza o default. Como el de la sangre, sí ese vínculo que quizá deberíamos tener con nuestros papás, hermanos, primos, etc.  


Entre más crezco más convencida estoy que eso es algo que no es real, el respeto y el amor se ganan. Sí, en cualquier relación y con cualquier vínculo, no es algo impuesto y merecedor solo por un título, es algo que se trabaja simple y sencillamente como cualquier relación, con cualquier persona con la que vayamos coincidiendo. 
 

Saben, en las relaciones algo que muchas veces nos domina es el ego, si ese gran obstáculo que nos impide en ocasiones ver las situaciones desde la realidad, para percibirlas desde el orgullo, desde las expectativas, las ganas, y no desde el amor.

  

Que si les soy bien honesta es desde donde deberían de partir todas las relaciones sanas. Cuando te domina el ego, quieres que todos te quieran, y no entiendes, que habrá personas que no lo harán y que tampoco pasa nada por ello.

 

Cuando dejas ir el ego y entiendes que las relaciones se construyen, y no se exigen, ni se piden, ni se pueden forzar, dejas  a un lado la soberbia y el orgullo, y empiezas a ser congruente contigo y con lo que estás construyendo, entiendes que no todas las personas son para ti, y tú no eres para todas las personas. 


Por fin se hace claro el tema de que hay personas que solo formaran parte de tu vida durante cierto tiempo y que después saldrán, en algunas ocasiones quizá su paso fue tan importante que marcarán un antes y un después en tu vida, seguirás amándolos pero con otra perspectiva, desde otro nivel de compresión, entendimiento y consciencia. Habrá otras tantas más, que su paso será  indiferente.


El sentimiento sin más cambiará y entenderás que al no ser parte de tu presente, forman parte de tu pasado y como tal el sentimiento muda.


 Cuando nos aferramos y no soltamos, es ese momento que para ti quizá sea difícil hacer ese cambio, y romper ese vínculo. Porque a veces creemos que tenemos que luchar y hacer cambiar de opinión y mantenernos en lugares donde no debemos estar. Entre más rápido nos demos cuenta que esto no es lo sano, mucho mejor. 

 

Seamos bien honestos a quién no le gusta ser querido, creo que es algo que de una forma u otra a todos nos llama, quizá de distintas formas, algunos preferirán cantidad a calidad, y otros más a la inversa. 


Lo que no podemos hacer es forzar las relaciones, de que nos sirve estar encima de una persona que simplemente no quiere lo mismo, que no percibe la relación de la misma forma, que no entiende el respeto y el amor de la misma manera.  


Evitemos forzar las relaciones, y las situaciones de vida, las conversaciones, los chistes, el humor, no hagamos difícil, lo que tiene que fluir de forma natural.   


¿Por qué dar nuestro amor y energía a alguien que no lo quiere, y que no lo aprecia, cuando habrá quien lo quiera de forma sana y valorándolo siendo agradecido? 


Como ya les he dicho algunas veces: las oportunidades no se pierden simplemente alguien más las toma. Dejemos de dar nuestro amor y energía a la gente que no está lista para amarnos, porque eso no se puede forzar, y no es como que tú puedas estar adivinando cuándo la otra parte está lista.  


Todos vibramos en cierta energía, y a cierto ritmo, cuando coincides con alguien y todo fluye de forma natural es porque las dos partes están vibrando en la misma forma, al mismo tiempo. Eso es lo que debemos de buscar a lo largo de nuestras vidas.  Tiempo y química, sólo que el tiempo en muchas ocasiones es una mentada de madre.


Cuando tú no vibras al mismo nivel, lo que generalmente pasa es que se empieza a forzar la relación lo que hace que pierdas: tiempo, energía y cordura. 


El amor siempre parte de tu amor propio, cuando  estás bien, sano, y sabes que es lo que quieres, empiezas a atraer lo que eres, y es así como vas construyendo relaciones significativas y sanas en tu vida. 

 
No todo el mundo está listo para vibrar en sincronía contigo, es natural y hasta normal. Lo que no lo es, es intentar forzar la situación, y la relación, el que dejes de ser tú, el que salgas de tu centro, el que intentes cambiar lo que eres para agradar a los demás. 


No des tu energía a quien no la aprecia, a quién la da por sentada, a quién te hace sentir como que no lo mereces, simple y sencillamente con quién no fluyes, y que sí te influye y para mal. 


La verdad es que no eres para todos, y todos no son para ti. Eso es lo que lo hace tan real y especial cuando vas coincidiendo con ciertas personas, con las que forjas amistades, relaciones de amor, que son verdaderamente genuinas. 


Es  raro pero muchas veces gracias a lo mal que lo hemos pasado antes, es que entendemos lo bueno de la vida, y lo valoramos más. Entre más tiempo pasemos tratando de forzar las relaciones, menos espacio nos daremos a crear conexiones genuinas. 


Eres lo que das, si  estás dando amor, porqué conformarte con algo que no lo sea.  Vibra al universo y lanza lo que quieres y eres, y eso te estará esperando, solo que ojo necesitamos hacer espacio a lo que merecemos, y verdaderamente queremos sin distracciones.


Hay miles de millones de personas en este planeta, y muchas de ellas se van a encontrar contigo, cada uno en su nivel, en  la vibración desde donde están, y conectarán contigo como tú se los permitas. 

 

Cuando entiendes que el amor, es algo brutalmente distinto al apego, empiezas a relacionarte desde lo real,  y no desde la necesidad, la soledad, la necedad o el ego.  


La cosa más valiosa e importante que tienes en tu vida es tu energía. Cuando entras en una relación tiene que vibrar la energía en complicidad, en reciprocidad, en amor mutuo, si no está siendo así, no pierdas tu tiempo en eso. 


Lo que tu das  cada día, es lo que irás recibiendo,  lo que creas, es en lo que vas transformando tu vida. A lo que le das tu tiempo, es lo que definirá tu existencia.  


Lo más importante que puedes hacer en tu vida, por ti mismo y por todos,  es proteger tu energía, y vibrar en sincronía. No des todo por todos, como si cada uno de ellos lo mereciera porque esto sin duda no es real. 


Se selectivo y entonces entenderás que esto no es orgullo o soberbia, sino cuidar de ti, y buscar tu salud y equilibrio mental, por medio de la inteligencia emocional, y gracias a la resiliencia.


Acepta el amor que crees que mereces. Caramba aceptemos el más puro, el mejor, el más lindo, el más increíble, porque como me decía una gran amiga nos merecemos lo mejor del universo, solo es cuestión de que te lo creas, para que lo proyectes y entonces el universo y cada una de las personas con las que construyas relaciones te lo den.  


Decide que mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un amor completo con las personas que están sanas. Cuando te lo crees es cuando sucede, deja que el universo escuche lo que quieres, y mira lo rápido que todo comienza a cambiar vibrando en una conspiración contigo tan real, que lo sentirás en cada célula de tu ser. 


Valora las relaciones que tienes, nunca des nada por sentado, y da gracias por cada construcción que vas edificando, desde lo sano, y no desde lo insano. 


La vida son dos días, este que está sucediendo y el que esperemos que llegue mañana, y así sucesivamente, disfrutémoslos caray. 


Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales para que más personas se enteren.


MJBDU

Comentarios

Anónimo dijo…
Excelente reflexión!! 😘
LeoNardo dijo…
Más que cierto... excelente!!
Simple soñador dijo…
Muy buena lectura, sumamente acertada!
MJBDU dijo…
Gracias por sus comentarios los aprecio mucho. Hacen que quiera seguir escribiendo mucho y compartiendoles.

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