-¿QUIÉNES SOMOS?-


Hace no mucho me hicieron una pregunta que me dejó pensando hasta el día de hoy, ¿Qué tanto ha pasado en tu vida, que piensas de esa manera? 

¿Quiénes somos? ¿Por qué pienso de la manera que pienso? Tengo 38 años y me queda claro que soy una construcción de las desconstrucciones de mis papás, de mi entorno, de mi familia, de mis amigos, de los trabajos que he tenido, de los libros que he leído, de los viajes que he hecho, de cada atardecer percibido, de  cada cicatriz adquirida, y cada herida curada. 

 Soy mi forma de tomar café y la manera en que me gustan los huevos y los chilaquiles, soy toda esa comida que no soporto y la que me encanta. 

Soy esas carcajadas del alma, esas lágrimas de felicidad y muchas más de tristeza, soy mis triunfos, pero también mis fracasos. 

Soy ese intento de congruencia diario entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago, soy esa resiliencia adquirida y esa inteligencia emocional trabajada.
  
Ese trabajo de profundizar y entender que sin duda,  sí, soy mis errores, mis tabúes, los aprendizajes condicionados de mi familia, las herencias no pedidas y sí dadas.  
Unas brutalmente agradecidas como mi amor por el futbol, gracias a verlo desde pequeña con mi papá o su gusto por el pan dulce, aunque sin duda hubiera preferido su altura caray, el mide 1.87 cm y yo mido 1.60 cm.  

Hasta la religión que tengo, que, hasta el día de hoy para mi es una espiritualidad y una relación entre Dios y yo. Cosa que por supuesto que a mi mamá hiper católica no le causa tanta gracia.  

Cada que le digo que mi Dios es mi Dios le quiere dar un infarto, pero al final del día, hasta eso soy, el tener papás católicos, que me llevaron a misa cada domingo por mucho tiempo.  

Soy esos libros que leí desde pequeña gracias a la herencia de mi mamá. Soy ese sentido común que como bien decía mi abuelita es el menos común de los sentidos, lo que hace que tenga muchos dolores de cabeza.  

Porque me queda claro que hay cosas que para mí son muy lógicas, pero para el resto del mundo no lo son, y entender y aprender esto, ha sido de las peores lecciones y de  las que más me han costado en la vida. 

Ya que me he encontrado muchas veces en mi vida sintiéndome sola, como que no encajo, y que mi visión del mundo es distinta a los demás.  

Soy esas pláticas con mi prima desde que tenemos 9 y 7 tratando de descifrar el mundo, cosa que hasta el día de hoy no conseguimos. Y las carcajadas con mi primo riendo de todo y de nada, afinando nuestro sarcasmo a cada llamada.  

Esos viajes en familia: soy la más pequeña de 4 hermanos y debo de confesar que la consentida, así que hasta eso me define, mi familia es lo más disfuncional, pero a la vez es la más unida, en mi casa siempre nos inculcaron el ser distintos a los demás, que la educación no era una elección era algo que se tenía que tener sí o sí. 

Soy esas cosas que me hacen enfurecer como la prepotencia, el abuso en cualquier sentido, el maltrato infantil, animal, soy ese tratar de evitar las injusticias. Pero también soy mis millones de errores e imperfecciones. 

Soy los momentos durísimos que he tenido: depresiones de gente muy cercana, muertes de familiares demasiado cercanos, asesinatos, enfermedades terribles, accidentes  y muchas cosas más que sin duda me definen y me han marcado. 

Pero también soy esas cosas que me encantan como un buen ratito con mi núcleo, los viajes con mis amigas, un buen beso con alguien que me gusta un te amo con intención y real valor. 

Al ser la más pequeña soy sumamente independiente, para bien o para mal, soy un poco la oveja negra de mi familia, y la que más lata les ha dado en todos los sentidos, y quiero creer que una que otra satisfacción.  

Soy las mascotas que he tenido, las tortugas "perdidas", los  perros entrenados y que se volvieron familia. 

Soy esas elecciones diarias, esos momentos únicos, esas memorias que voy construyendo.  

Soy las personas que han entrado en mi vida, las que han permanecido y las que han salido, unas para bien, y otras que quizá dolieron demasiado en la partida. 
La música que escucho y que me define en muchos sentidos. Y a la vez me une a muchas personas. 

Soy mis trabajos todos y cada uno, los retos afrontados y superados, los aprendizajes que me han hecho crecer, los malos ratos, y los triunfos conseguidos,  vaya hasta mi burnout. Pero sin duda soy esa relacionista pública por naturaleza y esa escritora por pasión. 

Soy mis hobbies: el ver una serie, leer un libro, caminar, ir a visitar a mi pato, andar en bicicleta, ir al cine, una buena charla con un buen vino tinto, soy los cafés por las mañanas.  

Creo que algo que tratamos de hacer en muchas ocasiones es ir descifrando a los demás pero desde nuestras expectativas y estereotipos, lo que sesga de manera no adecuada, la percepción natural que podríamos tener de ellos. 

Y esto lo comprobé con las dos relaciones con extranjeros que tuve, al final del día a ellos no les importaba como me apellidaba, o a que colegio había ido, ni quienes eran mis amigos, o cosas superfluas.  

Ellos construían en un día a día, el ir descubriendo qué me gustaba, cuál era mi canción favorita, o que color de ropa usaba más. Y es que saben creo que la mejor lección que aprendí en relación a mí.  

Es que tengo el derecho a reinventarme cuantas veces me sean necesarias, que no soy la misma que hace 10 años o siquiera que hace 10 minutos. Que mi estilo de vida tiene que congeniar con el círculo que me rodeo. 

No creo en las expectativas porque estas siempre comen a la realidad, y tampoco creo en los estereotipos, porqué siempre me juzgaron a través de ellos, y eso se me hacía sumamente injusto. 

Creo en las oportunidades de en verdad conocer a la gente, y por conocer me refiero a tratarse en un día a día, e irse descubriendo, en todas las etapas, las buenas, regulares, malas. En todas las estaciones. 

Soy esas desastrocidades que me caracterizan y a la vez me hacen adorable, soy mis ideas, mi intensidad, mi pasión por todo, mis llantos, y mis sonrisas, soy las letras que le dan subtítulos a mis pensamientos. Los enojos, berrinches, lo obstinada y persistente, lo dura e hiriente que puedo llegar a ser.  

Soy esos amigos forjados en el camino, y los amores que he tenido. Es tanto que siento que es imposible resumirlo en un post. Así que se los dejo de tarea, realmente sabemos quiénes somos y que nos hace ser lo que somos.  

Échense un clavado está delicioso, se los recomiendo ampliamente.  


Gracias por seguir siendo parte de esta aventura, déjenme sus comentarios me dará gusto leerlos. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales, para que más personas se enteren de este blog.  



 MJBDU 

Comentarios

Xavi dijo…
Somos y seremos.
Un clavado como bien dices nos hace mucha falta.

Gracias por compartir, abrazo suave y ese café lo tenemos que compartir.
Norma dijo…
Gracias Maja por compartir lo que piensas , lo que sientes , lo que escribes , me encanta leerte , siempre me quedo con algo .��
MJBDU dijo…
Gracias por leerme y comentar, el que les deje algo hace que esto sea brutalmente satisfactorio sin duda. En verdad gracias.
María Elena dijo…
Haber si ahora si se sube mi comentario. Yeiiii me dejaron leer a la hora de mi cena tardía y con hijos dormidos. Trataré de echarme ese clavado interno. Me encantó tu foto y leer, leer es recordar porque gran parte de eso que escribiste lo he vivido contigo de cerca o de lejos, ahora más de lejos que de cerca. Extraño tus carcajadas de toda la vida, y todo lo que piensas y escribes es súper auténtico, son tal cual tus creencias y pensamientos, totalmente congruente y auténtica, esa eres tú. Besos!

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