2020 y estamos viviendo en un mundo globalizado que te permite estar en constante contacto con personas ya sea de distinta edad, diferente lugar de origen, que tienen una forma de pensar en muchas ocasiones opuesta a nosotros, y en otras bastante similar.
En la actualidad es tanta la información que tenemos ya sea por medio de imágenes, palabras escritas o la combinación de las mismas. Que constantemente podemos estar socializando con muchas personas al mismo tiempo, gracias a las benditas redes sociales ¿o no?
Algo que me llama mucho la atención es que las personas se enganchan con fotos, o con comentarios que al final del día en la mayoría de los casos no fueron escritos para nadie en particular.
Y es que si te estás enganchando es porqué te checa. Que tiene ese comentario o esa foto o algo en particular, que no fuiste capaz de dejarlo pasar. Bueno acá tengo que hacer una acotación interesante.
Hoy en día creen que pueden ir por la vida con el derecho de ir corrigiendo, diciendo, opinando de todo y con todos. ¿Por qué? Aún no lo sé, es algo que me cuestiono diario.
¿En qué instante nos pasamos tres pueblos en entender que no tenemos que opinar de todo a fuerza, como si fuera una obligación, en qué instante nos dejó de importar lo que dices, y lo que esto puede provocar en la otra parte?
Quizá si en verdad entendiéramos el poder de las palabras seríamos mucho más conscientes en la forma en la que nos expresamos y pondríamos mucho más atención a lo que decimos, el cómo y el cuándo.
Es curioso porque los chocas y checas, de repente se presentan en modos extraños, por ejemplo yo tengo un tema con la vulgaridad en general, léase vulgaridad como: acción o expresión que carece de novedad, originalidad o importancia.
En verdad siento que al mundo no le importa en lo absoluto, si alguien amaneció con ganas de tener sexo o no. Y pues hay muchas mujeres y hombres que lo exponen al mundo, y me choca, y en definitiva no me checa.
Y siento que me choca tanto, porque es un tema de casa, desde pequeña mi mamá siempre nos inculcó a mis hermanos y a mí, que no fuéramos igual a los demás, que la educación era algo que tenía que regir nuestras vidas, y que si queríamos distinguirnos que siempre fuera por temas relevantes y no por cuestiones mundanas.
En definitiva apelar al lado sexual de las personas para mi es un cliché es algo que todos explotan hasta decir basta, por lo fácil que es.
Requiere mucho más astucia, disciplina, encanto, información, inteligencia, hacer justo lo contrario.
Sin embargo, cuando veo un comentario como estos en algún lugar del ciberespacio, no me gusta, pero no me engancho, al final es hacer uso de la libertad de expresión por un lado, y por mi parte del respeto de no coincidir, pero dejar pasar porque a mí no me corresponde decirle al susodicho o susodicha que es vulgar.
¿Cómo es que hay tantas personas que no lo pueden dejar pasar? Proyecciones: no soy psicóloga, ni nada por el estilo, pero me da mucha curiosidad y tengo que confesar que en más de una ocasión risa, el cómo las personas cuando se enganchan sacan sus propias frustraciones al respecto, y al final termina hablando más de ellos, que lo que originó el comentario, sin duda.
Si alguien ve una foto de alguien que le parece que no es buena o que la persona no sale bien, entre otras cosas. Qué necesidad tienes de hacer una pausa en tu vida, para comentar que se ve espantosa la persona.
Ahí mis preguntas serían ¿Y tú? Cuando tú señalas a alguien; tienes que tener mucho cuidado, y ser muy observador porque dos dedos están apuntando hacia la persona pero tres hacia ti.
Así que antes de decidir analizar a los demás, decir a los demás, juzgar, criticar, hacer y demás. Empieza por estar 100% seguro que eres capaz de lanzar la primera piedra.
Y ya que estás 100% seguro medita si tu observación va a ser constructiva para la otra parte, si no lo va a ser, entonces te la puedes guardar para ti, sin duda.
¿En qué momento nos empezamos a tomar todo tan personal, por qué nos ofende ya todo? Porqué nada nos parece ya.
Dejamos de darle el verdadero valor justo a las cosas y a las personas, y eso sin duda está siendo un grave problema.
Como conclusión tratemos de no decir nada negativo sobre nadie, durante una semana, un mes o incluso un año, y observemos lo que sucede en nuestras vidas.
Otra cuestión no tenemos que opinar de todo a fuerza, y por último si tu aportación no va a generar algo positivo en la otra parte. Lo puedes dejar pasar de largo y aunque te choque que no te cheque. Cuando eres feliz y estás en equilibrio contigo no tienes necesidad de irte proyectando en el otro de manera negativa.
Gracias por seguir siendo parte de esta aventura, déjenme sus comentarios me dará gusto leerlos. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales, para que más personas se enteren de este blog.
MJBDU
2 comentarios:
Lo que hoy en día hace falta es enseñar la empatía desde la casa. La gente de hoy en día ya no sabe la definición de esa palabra, ya no tiene respeto al prójimo, ya no les importa su alrededor o quienes estén en su entorno. Creo que ese problema viene desde casa, porque los padres por el estrés, cansancio o cualquier otro pretexto, se les olvida convivir con sus hijos y enseñarles a "socializar". Las redes sociales pueden ser una grana decepción cuando este tipo de gente que no sabe tratar a los demás, se enfrascan en que pueden opinar en la vida de los demás, creyendo que ellos tienen la razón. Es muy respetable que te digan las cosas pero a veces, (no digo que en todos los casos) es hasta ofensivo lo que contestan y algunas veces hasta divertido, pero bueno, a esos nos arriesgamos al interactuar en la red. Lo sé nadie pidió mi opinión, yo solo quería felicitarte por tu grandiosa forma de escribir.
Gracias por leerme y comentar.
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