Antecedente: todos somos parte de la dualidad bien y mal. Seguramente han escuchado alguna vez la frase somos espejos de las otras personas. Esto se refiere a que lo que nos choca nos checa. Es decir, muchas veces si te molestan cosas o situaciones, es porque nosotros las tenemos o las hacemos.
Hechos: todos somos parte de una sociedad y como tal, vamos copiando características de la misma. “La naturaleza hace que los hombres nos parezcamos unos a otros y nos juntemos; la educación hace que seamos diferentes y que nos alejamos”. Confucio.
Más hechos: existen clases sociales, culturales, y educativas en México. Algo que me llama cada día más la atención de la sociedad mexicana, es el clasismo tan marcado, el racismo grave que existe y la polarización que hay hoy. Me queda claro que desde siempre ha existido, sin embargo, se siente más presente que nunca.
Realidad: en México somos muy dados a descalificar: chairos o fifís, insultar pipopes (pinches poblanos pendejos), denostar es que tú color llanta, tratar de humillar, seguro nunca has volado y no te alcanza, creernos superiores como yo soy de piel blanca y vivo en México y tengo dinero, coche y casa, vivir en nuestras burbujas, ¿dime de qué manera te está afectando a ti la crisis directamente hoy?. Y pensar que lo que no nos afecta a nosotros, no es importante.
Atemporalidad: esto ha sido de siempre, de toda la vida, desde que éramos chiquitos. Sólo que antes, no era bien visto que lo fueras, en teoría lo que se tiene que promover es la igualdad, tratar de erradicar el racismo, ir haciendo del clasismo algo que se tiene que acortar y debe dejar de existir.
Y no íbamos tan mal, hasta que llegó López a la presidencia, y esto se está saliendo de control día a día. (Nota al margen no es que sea su culpa, el simplemente destapó la cloaca, e hizo sentir cómodos a esos que lo traían en su ser, que solo se los rascaron un poco, les afloró, y encima gracias a la situación actual, todo el día son felices de serlo) Lo impresionante es que la división está MUY hecha.
Nota al margen: de verdad no se escuchaba el chairo o el fifí antes, como en estos días. Como bien decía Saramago en Ensayos sobre la ceguera. “Lo difícil no es vivir con las personas, lo difícil es comprenderlas.” Y no terminamos de entender que es lo mismo, es un insulto por igual, es un clasismo dicho.
No tenemos que pensar igual que el de junto, podemos tener diferencias, y discernir en nuestro sentir y pensar. El problema es que cada vez somos más intolerantes ante todo y todos. Vivimos en un enojo, por todo y por nada. Ya no hay argumentos, diálogo o propuestas, todo es insulto.
Hecho relacionado: otra circunstancia que sucede en México es que no somos previsores. “Hoy es hoy, mañana será mañana, y es hoy cuando tengo la responsabilidad, no mañana si ya estoy ciega”. Ensayo sobre la ceguera.
Tip: si no han leído esa novela, se las recomiendo mucho, en esta se plasma, critica y desenmascara una sociedad podrida.
Cualquier parecido a la realidad, siempre será simple coincidencia. Siguiendo el hilo del artículo, somos muy dados a que cuando ya está la catástrofe es cuando actuamos, (y hasta podemos llegar a ser solidarios como se demostró el 19S) no antes, no solemos prevenir.
Dudas existenciales: ¿Por qué tiene que ser en las malas, y no en las buenas o simplemente en el día a día? ¿Por qué seguimos descalificando, usando motes de manera peyorativa para ofender y denotar?.
Puntos a considerar: no hay una congruencia en nuestra línea, queremos que haya cambio, pero ni siquiera nos planteamos el cambiar nosotros. Como bien dice Ángel Verdugo seguimos siendo mexicanos que nos encanta que nos amamanten y todo se nos dé en la boca.
Claro que: es más fácil ser uno más, criticar sin ser crítico, juzgar, insultar, lo que realmente requiere esfuerzo y trabajo es hacer lo contrario. Y es lo que yo intento hacer día a día aprender lo más que pueda, ser crítica sin criticar. No descalificar, no insultar, no denotar, evitar el ser clasista, racista, y ser mala persona, de esas ya hay muchas, el universo y mi país no necesitan una más.
Conclusión: no quitaré el dedo del renglón, no es cuestión solo de partidos, hasta que nosotros no hagamos cada uno lo que nos corresponde, dejemos de actuar de manera clasista, racista, ofensiva, da lo mismo que tal o cual partido gobierne, México no avanzará, ni llegará a ser el país que todos queremos.


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