Tengo 37 años no estoy casada y no tengo hijos, me han preguntado en incontables ocasiones tanto si quiero casarme, como si quiero tener hijos. Hoy me quiero enfocar en la segunda pregunta y mi respuesta es no lo sé.
Siempre he creído que es una decisión de pareja, y como no la tengo, difícil contestar por ahora. Aunque lo curioso es que sí, tengo claro que si algún día decidiera tener hijos, sería con un papá que fuera 100% mi equipo.
Antes del nacimiento la convivencia diaria reforzaría ese ser equipo, algo qué si he tenido muy claro siempre, es que mi equipo es un: yo preparo la cena; tu lavas los trastes, yo lavo la ropa, tu planchas, tu descorchas el vino, nos lo tomamos juntos. Es un reparto de tareas equitativo y que nos beneficie a los dos.
Crecí en una familia en que los roles sin duda eran muy diferentes a como me gustaría que fuera MI familia. Amo con todo mi corazón a mis papás, les agradezco infinito todo lo que han hecho por mí y mis hermanos. Sin embargo, el modelo de familia que yo tengo en mente, sin duda es diferente, en cuestión de reparto de tareas, responsabilidades, roles.
Platicando con un amigo que tiene un hijo hermoso, y acaba de nacer su segunda hija, me decía que hablara del rol de los nuevos papás que trabajan y son cooperadores en la casa, y lo agotador que es esto.
Iniciaré diciendo, sin experiencia alguna, pero si con algunas anécdotas de amigos y familiares, partiendo del punto que: claro que es agotador el punto; pero para todos.
Si es muy bueno el hecho de que lo hagan, pero no son ningunos héroes, simple y sencillamente es lo que les corresponde, como padres de sus hijos.
Cambiaron 100% las dinámicas y creo desde mi perspectiva que ha sido para bien. El trabajo de ama de casa es uno de los menos remunerados, en todos los sentidos y de los más trabajados.
Claro que tiene punto el que el hombre, trabaje fuera de casa todo el día, y que ahora también, desempeñe el rol de papá presente en todos los sentidos, así como lo tiene el de la mamá que mientras el papá trabaja fuera de casa todo el día, ella se queda en casa trabajando también todo el día.
Me ha pasado en ocasiones que mujeres me cuentan que alguna vez llegó el esposo, y platicando la mujer desahogándose, del día. Le comenta que está agotada, y el hombre asombrado, le pregunta ¿por?.
Podría ser de estar con el hijo de los dos, todo el día, darle de comer, bañarlo, jugar con él, darle todo el apoyo, emocional, intelectual, dejarse de lado 100% para estar para el al 100. No tener un baño decente, no poder ir al baño sin interrupción, darle de comer a libre demanda.
Eso sin contar que la mayoría de las mujeres en los primeros meses de vida del bebé, dejan su lado profesional a un lado, y esto también tiene repercusiones emocionales, el que de repente su vida gire 100% sobre un tema, es un asunto a tratar. Al final ellos siguen de manera más normal sus vidas.
En el 2019 seamos realistas los hombres no “ayudan” a las mujeres, porque ya desde antes de ser padres como mencionaba antes, ya eran equipo y pareja. Siento que si desde antes ya se tenía esa dinámica, al momento de llegar los hijos, la situación sigue en el mismo sentido.
Y es que los hombres no es que ayuden a las mujeres, simple y sencillamente están asumiendo el rol que siempre ha sido suyo, la responsabilidad en todo sentido, entiendo que en las épocas de mis papás esta situación, no era tan común, lo que no quiere decir que no se diera.
Lo que sí, es que en esta época por fin cada vez, es más común verlo en nuestra generación. Los hijos al igual que las tareas del hogar, no deben de ser responsabilidad de nadie en específico.
Justo me preguntaban hace una semana, si no me gustaría ser la típica esposa que el hombre le da todo el bienestar económico, y ella aporta todo lo referente al hogar, mi respuesta en automático fue NO.
Quiero un equipo que no pretenda que le voy a tener lista la cena, todos los días y que le va a hacer masaje en los pies, para que se relaje. OJO soy la persona más consentidora y detallista, pero la dinámica en mi cabeza va ok yo hago la cena el lunes, tú la preparas el martes, 20 min de masaje para ti, 20 para mí. Las responsabilidades de la casa, de la familia, de los hijos, de los deberes, son mutuas y compartidas.
Antes existía un modelo de familia patriarcal en el que el hombre era el proveedor de recursos, la mujer es la que hacía hogar y la que tenía la responsabilidad de todas las tareas del mismo, incluyendo a los hijos.
Agradezco infinitamente el que estemos en el 2019, y ya no vea tan descabellado el que si algún día tengo hijos, me pueda topar con alguien que no me va a hacer el “favor” de ayudarme con las tareas del hogar y la crianza de los hijos, sino que asumirá de manera amorosa y realizada su responsabilidad y con gusto, no como algo que está haciendo de más, y que se le debe premiar.
En esta época en que los dos trabajan al mismo tiempo, claro que los roles han cambiado, se ha intensificado todo, y es que la mujer por fin está recibiendo un poco del crédito que siempre le ha correspondido, y entre comillas, ya que no podemos hablar aún de salarios equitativos, de puestos igualitarios, etc.
Los dos como seres humanos individuales se están desarrollando, y al momento de educar a un hijo, lo están desarrollando a él en conjunto. En la actualidad que se está tratando de que exista, esta igualdad de roles entre hombre y mujer.
Se debe asumir que los hijos son responsabilidad mutua, equilibrada, y por equilibrada es un poco hablar de que cada quien asuma lo que mejor le toca hacer, de la flexibilidad conveniente, de la responsabilidad mutua, me queda claro que los hombres no le pueden dar de comer a los bebes, es la única tarea que no se puede hacer, quitando eso, claro que pueden cambiar un pañal, bañarlo, leerle, pasearlo.
Los hijos implican compenetración, trabajo en equipo, amor, respeto. ¿Cuál es el rol que cada uno debe de jugar? Creo que este es 100% intercambiable, en función de las circunstancias, de los momentos, de los hijos.
Entre más equilibrada y justa esta dinámica, creo que mejor funciona en las familias. Evita un poco los conflictos que de por sí se presentan. Pero siento que, si tanto hombres, como mujeres se sienten valorados, y que están funcionando como equipo, todo fluirá mejor, como pareja, como padres, como familia.
Cuando los hijos crecen sin el tabú de que planchar es cosa de mujeres, que cocinar es lo que les corresponde a ellas, que arreglar las cosas del hogar es tarea de su papá, y que ellos solo deben aportar lo económico.
Si crecen y saben que todos hacen su cama por igual, que hoy cocina uno, mañana el otro. Que no sepan que “rol corresponde a quien” porque ambos los hacen y los usan por igual, que hacer el baño, poner la mesa, trabajar y ser papás es algo que los dos son y hacen.
Qué maravilla que sus confidentes sean ambos, claro que es incómodo que mandes a tu papá por tus toallas femeninas, pero yo lo hice y a mi papá jamás le paso nada, es algo natural. Y al final los dos tanto mamá como papá pueden hacer todo por ti, les puedes contar todo acerca de ti.
Si en algún momento llegara a tener un hijo, me encantará que su papá sea mi equipo, y que le cambie los pañales, lo bañe, le prepare su comida, lo lleve a la escuela, juegue con él, lo lleve al parque, que sepa que ambos somos sus incondicionales, y que no hay un rol de jefe de la casa, ni de proveedor. Mas bien dos personas que por igual, están para él y por él, para cuidarlo, protejerlo, y amarlo incondicionalmente.
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