-Y JUSTO CUANDO CREES QUE CONOCES TODAS LAS RESPUESTAS, LLEGA EL UNIVERSO Y TE CAMBIA TODAS LAS PREGUNTAS-

Como ya les había platicado antes, nunca he sido el tipo de persona que juró que a los 23 ya estaría casada. De hecho todo lo contrario, nunca fui la mujer popular  en la escuela, jamás fui de tener  muchos novios. De hecho creo que mi vida amorosa, es lo más parecida a la de Phoebe Buffay.  Y creo que el no ponerme metas, un poco fue, porque desde pequeña, tuve muy claro que esa ecuación implicaba a dos personas, así que no sería tan sencillo el asunto.

 Aunque si he de confesar que pensé que sería mucho más fácil toparme con ese partner in crime in life, con el cual podría ser equipo, que sería mi mejor amigo, mi cómplice de locuras, aventuras y viajes. Jamás me imaginé, que sería la aventura que ha sido en todos los sentidos.  A veces me cuestiono si mi forma de ser complicada, intensa, apasionada, no conformista, ha hecho más duro el conocer al indicado. 

 Hay días que me encantaría  haberme vuelto una cínica ante el amor, haberme dado por vencida y jurar que de verdad nunca voy a encontrar a alguien, o conformarme con el primero que me diga que guapa, seguir mi vida, sin extrañar que en mis días malos, alguien estuviera junto para abrazarme, hacerme piojito, darme un beso, y abrazarme mientras me dice que todo va a estar bien. Que en los buenos me dijera,  venga te invito una copa vamos a celebrar. 

Me gustaría no haber aprendido a la mala, que no puedo ni debo creerme todo lo que me dicen, en el instante que me lo dicen. Cómo me gustaría no dominar que hay personas que dicen cosas por decirlas, sin una verdadera intención, y mucho menos con una real convicción.  

Y al mismo tiempo me gusta saber, que he ido aprendiendo de mis errores, que estos me han hecho más fuerte, y que me han dado la posibilidad de encontrar mejores relaciones, más verdaderas y que me aportan algo.  Que sí al día de hoy me preguntan si sigo creyendo en la magia, a pesar de todo mi respuesta es sí,  aún creo. 

Saben en este irme conociendo a través de las personas con las cuales voy tratando y de las cuales me voy enamorando, ha sido un triunfo para mí el aprender a no decir las cosas como las pienso, en el instante que las pienso. Es algo en lo que sigo trabajando día a día, algunas veces me funciona muy bien, otras no tanto.  

Una fórmula que me ha funcionado en estas interacciones, y que me gusta, es ser directa porque siento que así es mucho más fácil saber dónde estás parada, me parece adecuada.

En este ser directa, en la vida real debes de aprender a, cuándo serlo y lo cruel es que uno: hay personas a las cuales no les gusta que seas directo; dos por más que tú lo seas, eso no implica que la otra persona corresponderá a eso,  tres tienes que ser muy asertivo para saber cómo ser directo y con quién.  

He aprendido y me encanta la idea de que si no te nace y no lo haces por convicción, quiere decir que no hay una verdadera intención. Así que no lo hagas, es difícil pero cuando vences al ego de querer tener a muchas personas tras de ti, y ser el centro de atención, y te concentras verdaderamente en encontrar lo que tu corazón anhela, por muy cursi que se lea.  La magia empieza a cobrar sentido y se vuelve parte de ti, en la vida vas topandote con la gente que vibra en la misma energía que tú.  

De que te sirve el  estar ligando con muchas personas al mismo tiempo, si al final no estás teniendo una interacción verdadera o profunda con nadie. Que siempre creeré y estoy convencida de lo mutuo nadie se aburre.

 En este 2018 sigo convencida que hemos digitalizido el amor, ya todo se basa en likes, en historias vistas, en interacciones a través de redes sociales. ¿Dónde quedaron los detalles reales, las llamadas de voz, los abrazos, los besos porque sí?

Vas conociendo gente unos funcionan otros no, pero cuando tienes la suerte de toparte con alguien que vale la pena, debes arriesgar, y disfrutarlo el momento que dure. Desde que me rompieron el corazón tengo una regla,  no amar por completo, y no dejarme ser del todo, irme con cuidado, ser más selectiva. No es lo mismo "enamorate" que amar. He de confesar que los mejores momentos de mi vida, han sido cuando he roto esa regla.  

Una vez más como diría Benedetti "De eso se trata, de coincidir con gente que te haga ver cosas que tu no ves. Qué te enseñen a mirar con otros ojos" Cuando aprendes a sacarle lo mejor a toda situación, por muy fuerte que haya sido, es cuando el aprendizaje transforma.  

Recordemos siempre que no necesitamos a alguien que nos complete. Solo necesitamos a alguien que nos acepte por completo. Que congenien sus estilos de vida, que sea tu mejor amigo, tu equipo, tu cómplice de aventuras, tu procurador número uno de locuras. Y al menos para mí la opción es la paciencia, porque estoy convencida que me lo volveré a topar. 

En el inter debo de  serme fiel en lo que busco y quiero, que debo creer que claro que llegará el indicado, que al final si vibras por lo que quieres, lo consigues. 

Que sí que de verdad he cambiado los planes y las metas una y mil veces, que mi vida sin duda no es la típica y que la estoy disfrutando a tope, porque justo cuando crees que conoces todas las respuestas, viene el universo y te cambia las preguntas, y esos replanteamientos sin duda son los que la hacen que valga la pena. 

  

Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Dejen sus comentarios, si les gustó el post compártanlo en sus redes sociales.  

MJBDU