-SER UN POCO RARO ES, SOLO UN EFECTO SECUNDARIO DE SER GENIAL-

Se la pasan toda la vida jugando con nuestros sentimientos haciéndonos creer en películas, y series, que el príncipe azul es nuestra mejor opción, cuando además, al final cuando llega, o lo mandamos a la zona de sólo amigos, o no nos gusta el matiz de azul. Nunca he sido fan de los cuentos de hadas. 

Lo que de verdad nos deberían decir es,  que lo real es más divertido, que al final es toparte con alguien que te acepte siendo un dragón, con tu buen humor y tus ataques de locura, siendo hormonal, y en tus pésimos días en los que estás en guerra contigo, y no te aguantas ni tú. Que una buena relación es una construcción de un día a día, y que los cuentos con final feliz no son como los pintan. 

Voto por  un mundo sin cuentos de hadas, más bien hacer historias existentes, con personas reales. 

He platicado en incontables ocasiones con amigos, que tanto a los hombres como a las mujeres, nos crean expectativas falsas desde muy temprana edad. A ellos a través del porno, y a nosotras con Disney. Triste situación para ambos, son actrices y  no existe el final de cuento de hadas. 

Hay personas que entran en tu vida para nunca irse, algunas con química instantánea, otras tienen todo un proceso de estira y conoce; y algunas ya están tan implícitas que son parte de ti. Sin duda ningún alma entra en tu vida gratis, siempre habrá las que se lleven mucho, pero no hay las que dejen nada. Todo es enseñanza. 

Por eso insisto no hay nada mejor y más divertido que, darte la oportunidad de CONOCER  gente y salir tanto; como puedas, quieras, y te interese.

“A veces encontramos nuestro destino en el camino que tomamos para evitarlo". Kung Fu Panda

Esto fue lo que me pasó con M. Siempre tuve un tipo de hombre, tanto física como mentalmente. Entre más crezco, más cuenta me doy que, mis prioridades en ambos sentidos han ido cambiando.

Nunca me gustaron los güeros, jamás fueron mi tipo, hasta que me topé con M. Era mi anti tipo de hombre, pero tenía algo, que siempre me había llamado la atención: Era sumamente inteligente. Sí, me declaro sapiosexual, no hay nada que me prenda más, o se me haga más sexy, que un hombre con el cual pueda estar horas platicando de todos los temas. 

 Uno que te pueda recomendar libros, que te sepa explicar su trabajo, que no busque a la típica princesa, que aunque no tenga nada que ver contigo, se interese en ti, y en todo lo que te pasa. Que hablen de noticias, de cocina, de la vida en general, que pasen los minutos, las horas, días y semanas, y no se les termine la conversación. 

Así que  esta vez, no me hice caso a mí misma, empezamos a salir y les aseguro que al poco tiempo, no me acordaba del color de su pelo, tez o de algo más que no fueran nuestras pláticas de todo y nada, de la manera que tenía tan única de contar historias. Lo bueno que era para siempre interesarse por mis cosas, no se perdía un post del blog. Ese saber reconocer lo que me hace feliz, lo hacía único. Me rayaba lo culto que era, y lo bueno para los besos, que sí que soy una besucona que le hago. 

Claro que en definitiva no era el tipo físico de hombre, que siempre había imaginado, o que siempre había querido, o como me lo habían pintado, pero bastó una buena charla, un abrazo y un beso, para que lo demás fuera lo de menos.

Las cosas con M fueron sumamente disfrutables el tiempo que duró y listo. Son de esas personas que sin siquiera saberlo, quererlo o proponérselo, te enseñan tanto. 

Pero si de algo me sirvió salir con él fue para: "comprobarme que los estereotipos son negociables, que las prioridades cambian, que los príncipes azules no existen, que lo real es lo más disfrutable,  y que me quedo con el ir construyendo un día a día."

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MJBDU