-QUE SÍ QUE LO CONFIESO, ¡SOY UN DESASTRE!-
Hola soy María José
y soy desastrosa por naturaleza, sé que esto puede ser difícil de creer, pero
es verdad.
Desde pequeña tengo
una atracción hacia el desastre increíble, mis episodios van desde que me den
algo, se me caiga y se rompa; o pedirle a mi hermana su chamarra favorita, que
no me la prestara, aún así ponérmela, y que me la quemaran en el antro. Hasta mandar el mensaje equivocado al chat equivocado.
Ni que decirles, de
las incontables veces que dejé las llaves de la oficina en mi
departamento/casa; y darme cuenta ya que había llegado al trabajo, y tener que
regresar por ellas.
Todos los días
pongo leche en un termo, para que cuando llegue al trabajo, la chica que me
ayuda, que es mi mano derecha, y mi procuradora de consentimientos número uno,
me haga un café delicioso. Hoy llegué con el termo, sin leche.
Esto es un tema,
porque generalmente mis eventos desastrosos causan gracia; mis mejores amigos
dicen que soy un adorable desastre. Pero
hay momentos en los que me quieren matar.
Por ejemplo, el día
que dejé las llaves de la camioneta de mi papá en el switch y la camioneta
prendida mientras comía; y darme cuenta 45 minutos después. Les aseguro, que
ese día a mi papá no le parecí un adorable desastre, no me mató, porque en
verdad me quiere.
El ser un desastre
hace que sea muy mala copiloto, pregúntenle a mi prima. Mientras se desespera
poco a poco conforme le voy dando las indicaciones durante el viaje; creo que no le causa gracia mi desastrocidad, a ella tampoco le parezco adorable.
Tampoco, me hace la
mejor para empacar, soy la típica que su maleta se ve igual cuando el viaje
dura tres días o tres meses. Simplemente no se me da ese tema.
Hacer la lista del
súper, para llegar concentrada y que no compre cosas de más, y tiro por viaje
se me olvide. Así que siempre llego a la tienda, compro todo lo que tenía que
comprar, y salgo con veinte porquerías más, que no quería, no necesitaba y
evidentemente, me sobran. Eso es algo peculiar en mí.
Es curioso, porque
soy sumamente ordenada, tengo memoria fotográfica; lo que hace que no sea tan
despistada, pero eso no impide que viva rodeada de eventos desafortunados, que
invariablemente, son un desastre.
Hasta hace algunos
meses, no había manera que una planta sobreviviera a mí, por muchos cuidados
que le diera. Y en serio, soy metódica; las puedo regar cada tercer día sin
problema, pero simplemente, que les digo, después de muchas plantas muertas, le
tuve que atinar a un regalo que me dio mi mamá, que se llama cuna de moisés; y
ahora esa planta y yo somos una misma, es la única que me sobrevive.
Hablo sola todo el
día, al grado que tengo que estar especificando continuamente, si cuando estoy
hablando, es a la computadora, a la persona de junto, a mi celular, o simplemente a mí misma.
La última fue que mi mamá se fue de viaje, me prestó su coche en lo que ella no está, me bajé a la tienda por un kit kat, puse el freno de mano muy segura de mí; mal puesto claro está, cuando vi el coche avanzaba sin mí, me tuve que aventar por la ventana del copiloto para ponerlo bien y que no se fuera solo.
¡QUE SÍ, NO LO PUEDO NEGAR SOY UN DESASTRE!
Como podrán ver, mi
confesión es totalmente acertada, y también les puedo decir que mis amigos no
son objetivos en muchas cosas, pero en que soy un adorable desastre, sí que lo son.
Gracias por
seguirme en esta aventura y leerme, dejen sus comentarios. Si les gustó el post
compártanlo en sus redes sociales.
MJBDU
Comentarios