-¡AH! PERO COMO GOZO SER LA TÍA PANK DE MIS TRES-



PANK: "Professional Aunt No Kids" (tías profesionales sin hijos)

 Ser tía es el estado más maravilloso que hay en la vida; no soy mamá, así que no puedo decir que ser mamá. Tía sí. Mamá por ahora no. Cuando tus hermanas tienen hijos, tu vida cambia.

 Siempre van a ser una extensión de tus hermanas; independientemente del tema físico, es maravilloso, cómo te vas dando cuenta que tienen rasgos de personalidad de ellas tan marcados. Y bueno, ni que decir, los niños son el ejemplo perfecto; que el carácter y la personalidad es algo que traes desde el segundo uno.

 Estoy convencida, que mi sobrina de en medio, siempre ha sido noble, cariñosa y sensible desde que nació. La más grande, siempre ha sido independiente, segura y lista como ella sola. Y la más pequeña, tuvo el carácter bien puesto desde que hizo su primer respiro, así como, la más ocurrente y divertida.

 La primera vez que se te quedan dormidas en el hombro, les puedo jurar que te quiere explotar el corazón de amor. Los niños son tan tiernos, que me la vivo diciéndoles a mis pobres sobrinas que las voy a congelar para que ya no crezcan.

 No es que ahora no sean lindas, pero de verdad, que cuando eran más niñas eran adorables; es linderrimo cuando te dan la manita para que camines junto a ellas, cuando empiezas a escuchar sus primeras palabras, o los ves dar sus primero pasos, o corren a tus brazos para saludarte.

  Creo que mi edad favorita, es entre los 3 (que ya pasaron los terribles dos) y los 5. Es que son tiernas, lindas, todo les causa gracia, se ríen de todos tus chistes, no se quieren separar de ti en las vacaciones. Aún no llegan a esa edad, en que ya son más selectivas.

 La verdad, es que les tengo que contar que yo tengo mucha suerte, porque me llevo muy bien con mis hermanas; lo que ha hecho que esté muy cerca de mis sobrinas y tenga la oportunidad de verlas crecer.
  
Fue una de las razones, por las que dije sí quiero volver a Puebla. A mi sobrina más chica, la conocí cuando tenía 6 meses, porque justo nació cuando yo aún vivía en Monterrey; y no pude estar para su nacimiento.

 La primera vez que nos vimos, le pasó lo a que a toda persona que no me conoce, no fue amor a primera vista, lo mío es el trato asiduo, así es como te enamoras de mí. Pues esa fue nuestra historia, después de convivir y convivir, ahora vivimos la mejor historia de amor del mundo.

 Les daré mi punto de vista, de cuál es la diferencia entre ser tía soltera y tía con hijos. Cuando eres soltera, tú no tienes responsabilidad de educar a ningún niño. Así que sin restarles jamás autoridad a los papás. Tú papel con sus hijos es quererlos, cuidarlos, consentirlos y ser la tía cool; con la cual, quieren hacer pijamadas, irse a vivir a tu departamento (tú siempre les dices que sí, y que les pregunten a sus papás), jugar contigo, que te vean y se les iluminen los ojos, simplemente disfrutar y ser felices.

 Tú no regañas, no peleas ni discutes, haces que sean mejores personas pero del modo divertido; y cuando ellos no están nada amenos, la magia es, que en ese instante, sí puedes aún aplicar el comper, me retiro. Siendo papá no hay manera.

El día que alguien me vea con los ojos de amor incondicional, con los que me ven mis sobrinas; ese día lo juro me les caso. Es increíble de verdad con los ojos de amor total que me ven. 

Además que tenemos rasgos de personalidad muy similares, lo que nos hace ser mucho más afines. Éxito conmigo es con la que comparten las cremas y no los regaños, las que van juntas por el lipstick y son fan de la misma tienda; no la que las obliga a comer verduras, la que les picha la cuenta de netflix; los papás son los que les limitan el contenido. 

Es delicioso tener los recursos para consentirlas dentro de los limites marcados por sus papás, creo que es de las mejores ventajas de ser una adulta, independiente, sin hijos que adora consentir a sus sobrinas.

Las quiero a las tres por igual, cada una me aporta algo diferente, especial y único. Es tan divertido tener tres cómplices, para hacer todas las locuras que se te ocurran; jugar, platicar, que te manden mensajes lindos por teléfono, que te marquen sólo para saber cómo estás. Que tu las lleves por el café para niños, que tengan un día a la semana destinado especialmente a su convivencia.

Una tía es una segunda madre, disfrazada de amiga. Siempre seré la que guardará sus secretos, y su mejor cómplice en todos los sentidos. Que sepan y sepas, que pase lo que pase, siempre van a estar la una para la otra.
  
Así que en lo que aún siguen siendo niñas, en vista que no las puedo congelar,  disfrutaré de la ternura de ellas, ya que crezcan cambiará nuestra dinámica, de lo que sí estoy segura es que por siempre gozaré el ser la tía de mis tres. 

Gracias por seguirme en esta aventura y leerme, déjenme sus comentarios. Si les gustó el post compártanlo en sus redes sociales.

MJBDU 





Comentarios

Unknown dijo…
Me sucedes algo muy similar, solo que yo soy PONK (Profesional Oncle No Kids) entiendo esa complicidad y vínculo que puedes crear con tus sobrinas.
Felicidades por el blog y gracias por compartir tus pensamientos, es un gusto leerte!
MJBDU dijo…
Gracias a ti por leerme Joss, es un gusto coincidir.

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