-LO IMPORTANTE DE UNA FAMILIA NO ES VIVIR JUNTOS SINO ESTAR UNIDOS-
Mi Núcleo son mis
papás, mis hermanos, y en algún momento cuando las tuvimos, nuestras mascotas.
No son sólo mi familia, simplemente son mi todo.
Ellos son los que
me conocen a fondo y me quieren como mejor saben. Nuestra casa está llena de
historias y junto a ellos aprendí lo que significa la palabra hogar.
A lo largo de los
años hemos ido creando memorias. Gracias a ellos, aprendí a ser tan directa, y
entendí que cuando las cosas se dicen claras, es mejor.
Mi núcleo es mi
raíz, mi herencia; lo que he sido, lo que soy y seré. Tengo tantas historias
con ellos y gracias a ellos, que forman parte de mi vida y de este rompecabezas
que soy. Nunca terminaré de agradecerles todo lo que junto a ellos he
aprendido.
Admiro tanto la
inteligencia emocional de mi hermano, su nobleza y saberse carcajear de la
vida. Daría lo que fuera por tener el carácter envidiable de mi hermana mayor y
su relajación ante la vida; la inteligencia y bondad de mi hermana de en medio.
No sé qué sería de
nosotros sin mi papá, siendo el pegamento para todos. Agradezco tanto que mi
mamá siempre nos impulsara y nos diera alas para volar.
No siempre hemos
pensado igual. Sin duda creemos a distintos modos, soñamos de maneras diversas.
Corre la misma sangre por nuestras venas, pero por diferentes corazones que no
aman igual. Cada uno tiene su forma de
dar y recibir amor.
Con ellos entendí
que no cualquier persona va a sacar lo mejor de ti. Muchas veces hubo silencios
difíciles, palabras pendientes. Sin duda, nuestro amor es asimétrico. En más de
una ocasión alguien exigió de más y agradeció de menos.
Pero gracias a mi
papá, supe lo que es callar de manera prudente. Gracias a mi hermana grande, me
volví adicta a ayudar y a ser amable con todas las personas. Gracias a mi mamá,
aprendí a amar de manera incondicional y a perdonar de corazón. Por mi hermana
de en medio, me forjé el seguir a pesar de las adversidades; y no paro de
luchar por lo que creo y quiero. Mi hermano me enseñó que si me caigo, me
levanto; que muy a su manera, siempre estará ahí para consolarme y dejarse
consolar.
Ellos me han visto llorar
y me han secado las lágrimas, han estado para mí cuando más rota he estado en
la vida; y me enseñaron a repararme.
Cualquier persona
que nos conozca sabe que somos una familia disfuncional, pero para mí, es la
mejor familia disfuncional. Y lo más importante: ¡Los AMO de verdad y de manera
incondicional! Gracias por ser mi núcleo y mi todo, no saben lo que los valoro,
que suerte la mía, que nos escogiéramos todos.
Gracias por
seguirme en esta aventura y leerme, dejen sus comentarios que los leeré. Si les
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Comentarios
Excelente blog.
Un saludo.