miércoles, 24 de junio de 2020

-MOMENTOS-



Somos instantes, momentos que se van sumando día a día. Que sí realmente somos justos y bien honestos no tenemos comprados y no tenemos idea en qué instante van a cambiar o simplemente van a cesar. Porque sí algo se ha cansado de demostrarnos este 2020 es que la vida cambia en un segundo. 


Entonces después de tres meses de encierro de meterme ayer el susto de la vida por el sismo me cuestioné:  ¿Realmente valoramos la vida? El día a día que tenemos prestado, ¿sabemos y entendemos en qué estamos enfocando nuestra energía?. 


¿A quién le compartimos nuestros instantes? ¿Somos realmente conscientes de a qué venimos y estamos haciendo algo con nuestro propósito?, o solo estamos transitando de forma autómata, por costumbre, por pasar y sin realmente hacer algo de importancia, de valor, de gusto.  


Siento que algo que vamos perdiendo conforme vamos creciendo es disfrutar de todo, cuando somos pequeños todo nos asombra, hay miles de cosas literal que nos provocan gusto, el miedo no es una palabra tan común y somos más aventados, el fracaso no es una opción, las caídas tanto físicas como mentales no son un gran problema.  


Conforme vamos creciendo ya nos cuesta más disfrutar de las cosas, ya no nos asombra todo, ya vamos haciendo cotidianas y rutinarias cosas que damos por sentadas sin que realmente las apreciemos en la justa medida en la que deberíamos. 


Así vamos dejando pasar: atardeceres, pláticas, cafés, personas. Vamos asumiendo que siempre habrá tiempo, que todos y todo estarán ahí, cuando no hay nada más alejado de la realidad que esto. 


No es que tengas la idea de la muerte en la cabeza todo el tiempo, pero sí el sentido de valorar y entender que hoy estamos y mañana no se sabe.  Entonces ¿Cómo es que quieres ir pasando tus días? De forma automática, o realmente con consciencia, amor, compromiso, inteligencia, aporte, con ganas de dejar huella de forma diaria, de una u otra manera.  


A veces nos vamos a lo grande para ir dejando esa huella y no entendemos que es en la sonrisa que le provocas a alguien, en ese escuchar a tu amiga cuando tiene un problema, en ese decir te quiero, ese beso que te dejo sin aliento,  en compartir esos desayunos y caminatas.

  

Insisto nos vamos olvidando que en los pequeños detalles es donde están las grandes diferencias. Vivir con propósito si me descuido es un poco hacer lo que realmente te importa, estar en sintonía con tus valores y creencias. 


Cuando realmente descubres tu pasión todo toma un sentido distinto, ¿cómo la descubres? No lo sé a ciencia cierta, solo  que es algo que reconoces, empoderas y sientes.  


Al final del día la vida es ir formándote día a día, llenando tus días de colores, dejar de ser vago, para ser así tal cual, SER. Y siento que cuando entiendes que todo esto parte de ser tú mismo,  de encontrar tu pasión,  de llevar a cabo la misma, de entender que puedes monetizarla y darle un sentido y una misión, de ir haciendo eso para  lo que realmente eres bueno, desde el corazón algo hace click 


Quizá en este descubrimiento además cachas que puedes aportar en el ínter a los demás y eso está padrísimo. En el fondo todos sabemos lo que nos hace sentir vivos, sólo tenemos que poner atención. 


Somos energía lo divertido e interesante es dónde, cómo, por qué y para qué la usamos.  


Algo que siempre hará que tus días tomen sentido es estar conectado contigo mismo, fluir, dejar que tu energía tome su cauce, mi pasión me provoca equilibrio, felicidad, paz, el canal para llevarla a cabo o al menos uno de ellos es la escritura. 


En muchas ocasiones es lo que me da respuestas, y hace que me pregunte lo necesario para cada instante. Porque ustedes no están para saberlo ni yo para contárselos. Pero hay muchísimas ocasiones en que simplemente siento que mi alma está bloqueada. 


En que no logro conectarme conmigo, entonces las más mínimas cosas me drenan y hacen que pierda energía, ahí lo que siempre trato de hacer es pausar, dejar que mi alma me alcance, que la energía suba y fluya. 


Y sobre todo algo en lo que me esfuerzo diario, porque no es nada fácil, es en confiar en  misma, subir el volumen de mis emociones, y silenciar el ruido externo de los demás. Olvidarme de lo que piensan, en jamás validarme en ellos, porque además es imposible, no hay forma.  


No hay una manera correcta o errónea de vivir. Muchas veces el ego (el gran controlador) nos engaña, nos hace olvidarnos de nuestra intuición, nos intenta hacer creer que nuestra voz no es la importante.  


Nadie debe decirte cómo hacer las cosas, o qué es lo que te funciona a ti, o qué es lo que te gusta o no, cómo debes pasar tus días o vivir tu vida, esa es tu decisión y de nadie más. ¿Qué es lo que te funciona a ti?, ¡eso es lo importante¡ Lo demás es lo de menos.  


Decide de manera consciente como quieres ir viviendo esta vida que son dos días. Confía en tu capacidad para tomar las mejores decisiones para ti.  Y hazlo así en cada área de tu vida, en cada aspecto. En el trabajo, en el amor, en la familia, en los viajes, en los deportes, en lo que te gusta y no. 


Y lo más importante se feliz, con lo que tengas, como puedas, con lo que quieras y con quien quieras, pero en verdad esfuérzate por serlo. No en una positividad tóxica, solo en el valorar que caramba mañana quizá ya no tengas esa oportunidad de al menos intentarlo.  


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MJBDU



lunes, 15 de junio de 2020

-ES DESDE LO SANO; EN LA RECIPROCIDAD-



Desde que somos pequeños nos hacen creer que hay vínculos obligados y que se dan por naturaleza o default. Como el de la sangre, sí ese vínculo que quizá deberíamos tener con nuestros papás, hermanos, primos, etc.  


Entre más crezco más convencida estoy que eso es algo que no es real, el respeto y el amor se ganan. Sí, en cualquier relación y con cualquier vínculo, no es algo impuesto y merecedor solo por un título, es algo que se trabaja simple y sencillamente como cualquier relación, con cualquier persona con la que vayamos coincidiendo. 
 

Saben, en las relaciones algo que muchas veces nos domina es el ego, si ese gran obstáculo que nos impide en ocasiones ver las situaciones desde la realidad, para percibirlas desde el orgullo, desde las expectativas, las ganas, y no desde el amor.

  

Que si les soy bien honesta es desde donde deberían de partir todas las relaciones sanas. Cuando te domina el ego, quieres que todos te quieran, y no entiendes, que habrá personas que no lo harán y que tampoco pasa nada por ello.

 

Cuando dejas ir el ego y entiendes que las relaciones se construyen, y no se exigen, ni se piden, ni se pueden forzar, dejas  a un lado la soberbia y el orgullo, y empiezas a ser congruente contigo y con lo que estás construyendo, entiendes que no todas las personas son para ti, y tú no eres para todas las personas. 


Por fin se hace claro el tema de que hay personas que solo formaran parte de tu vida durante cierto tiempo y que después saldrán, en algunas ocasiones quizá su paso fue tan importante que marcarán un antes y un después en tu vida, seguirás amándolos pero con otra perspectiva, desde otro nivel de compresión, entendimiento y consciencia. Habrá otras tantas más, que su paso será  indiferente.


El sentimiento sin más cambiará y entenderás que al no ser parte de tu presente, forman parte de tu pasado y como tal el sentimiento muda.


 Cuando nos aferramos y no soltamos, es ese momento que para ti quizá sea difícil hacer ese cambio, y romper ese vínculo. Porque a veces creemos que tenemos que luchar y hacer cambiar de opinión y mantenernos en lugares donde no debemos estar. Entre más rápido nos demos cuenta que esto no es lo sano, mucho mejor. 

 

Seamos bien honestos a quién no le gusta ser querido, creo que es algo que de una forma u otra a todos nos llama, quizá de distintas formas, algunos preferirán cantidad a calidad, y otros más a la inversa. 


Lo que no podemos hacer es forzar las relaciones, de que nos sirve estar encima de una persona que simplemente no quiere lo mismo, que no percibe la relación de la misma forma, que no entiende el respeto y el amor de la misma manera.  


Evitemos forzar las relaciones, y las situaciones de vida, las conversaciones, los chistes, el humor, no hagamos difícil, lo que tiene que fluir de forma natural.   


¿Por qué dar nuestro amor y energía a alguien que no lo quiere, y que no lo aprecia, cuando habrá quien lo quiera de forma sana y valorándolo siendo agradecido? 


Como ya les he dicho algunas veces: las oportunidades no se pierden simplemente alguien más las toma. Dejemos de dar nuestro amor y energía a la gente que no está lista para amarnos, porque eso no se puede forzar, y no es como que tú puedas estar adivinando cuándo la otra parte está lista.  


Todos vibramos en cierta energía, y a cierto ritmo, cuando coincides con alguien y todo fluye de forma natural es porque las dos partes están vibrando en la misma forma, al mismo tiempo. Eso es lo que debemos de buscar a lo largo de nuestras vidas.  Tiempo y química, sólo que el tiempo en muchas ocasiones es una mentada de madre.


Cuando tú no vibras al mismo nivel, lo que generalmente pasa es que se empieza a forzar la relación lo que hace que pierdas: tiempo, energía y cordura. 


El amor siempre parte de tu amor propio, cuando  estás bien, sano, y sabes que es lo que quieres, empiezas a atraer lo que eres, y es así como vas construyendo relaciones significativas y sanas en tu vida. 

 
No todo el mundo está listo para vibrar en sincronía contigo, es natural y hasta normal. Lo que no lo es, es intentar forzar la situación, y la relación, el que dejes de ser tú, el que salgas de tu centro, el que intentes cambiar lo que eres para agradar a los demás. 


No des tu energía a quien no la aprecia, a quién la da por sentada, a quién te hace sentir como que no lo mereces, simple y sencillamente con quién no fluyes, y que sí te influye y para mal. 


La verdad es que no eres para todos, y todos no son para ti. Eso es lo que lo hace tan real y especial cuando vas coincidiendo con ciertas personas, con las que forjas amistades, relaciones de amor, que son verdaderamente genuinas. 


Es  raro pero muchas veces gracias a lo mal que lo hemos pasado antes, es que entendemos lo bueno de la vida, y lo valoramos más. Entre más tiempo pasemos tratando de forzar las relaciones, menos espacio nos daremos a crear conexiones genuinas. 


Eres lo que das, si  estás dando amor, porqué conformarte con algo que no lo sea.  Vibra al universo y lanza lo que quieres y eres, y eso te estará esperando, solo que ojo necesitamos hacer espacio a lo que merecemos, y verdaderamente queremos sin distracciones.


Hay miles de millones de personas en este planeta, y muchas de ellas se van a encontrar contigo, cada uno en su nivel, en  la vibración desde donde están, y conectarán contigo como tú se los permitas. 

 

Cuando entiendes que el amor, es algo brutalmente distinto al apego, empiezas a relacionarte desde lo real,  y no desde la necesidad, la soledad, la necedad o el ego.  


La cosa más valiosa e importante que tienes en tu vida es tu energía. Cuando entras en una relación tiene que vibrar la energía en complicidad, en reciprocidad, en amor mutuo, si no está siendo así, no pierdas tu tiempo en eso. 


Lo que tu das  cada día, es lo que irás recibiendo,  lo que creas, es en lo que vas transformando tu vida. A lo que le das tu tiempo, es lo que definirá tu existencia.  


Lo más importante que puedes hacer en tu vida, por ti mismo y por todos,  es proteger tu energía, y vibrar en sincronía. No des todo por todos, como si cada uno de ellos lo mereciera porque esto sin duda no es real. 


Se selectivo y entonces entenderás que esto no es orgullo o soberbia, sino cuidar de ti, y buscar tu salud y equilibrio mental, por medio de la inteligencia emocional, y gracias a la resiliencia.


Acepta el amor que crees que mereces. Caramba aceptemos el más puro, el mejor, el más lindo, el más increíble, porque como me decía una gran amiga nos merecemos lo mejor del universo, solo es cuestión de que te lo creas, para que lo proyectes y entonces el universo y cada una de las personas con las que construyas relaciones te lo den.  


Decide que mereces una amistad real, un compromiso verdadero y un amor completo con las personas que están sanas. Cuando te lo crees es cuando sucede, deja que el universo escuche lo que quieres, y mira lo rápido que todo comienza a cambiar vibrando en una conspiración contigo tan real, que lo sentirás en cada célula de tu ser. 


Valora las relaciones que tienes, nunca des nada por sentado, y da gracias por cada construcción que vas edificando, desde lo sano, y no desde lo insano. 


La vida son dos días, este que está sucediendo y el que esperemos que llegue mañana, y así sucesivamente, disfrutémoslos caray. 


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MJBDU

Mi chinuda preciosa

Hoy estás durmiendo acurrucada junto a mí, por quinceava vez en estos días tuve que soltar, olvidar los planes y quedarme en el presente, cu...