sábado, 25 de abril de 2020

-¿HAY MÁS EN LA VIDA, QUE SER FELIZ?-


¿Hay más en la vida, que ser feliz? 


¿Cuántas veces hemos escuchado que la realización y plenitud de una persona es la felicidad? Esto como si la vida fuera lineal, y no tuviéramos esas líneas tan marcadas de subidas y bajadas, que van haciendo interesante, entretenida, y aleccionadora la vida. Para muestra una pandemia mundial.  

 
Esas líneas nos van enseñando que, por cada subida, también puede haber una bajada, así que tenemos que disfrutar los buenos momentos, para que cuando estemos en los malos, como ahorita que estamos rodeados de incertidumbre, muchas veces miedo, ansiedad, y demás emociones, tengamos la fortaleza, de entender que son lecciones, que superaremos y que nos harán más fuertes. 

 Estoy convencida que en este momento en el cual todos estamos tan expuestos a nuestros sentimientos, y que los traemos tan a flor de piel, debemos de tratar de ser lo más inteligentes emocionalmente hablando, para poder controlar que habrá días en los que estaremos de buenas, y con la energía a tope, otros en los que estaremos de malas y que literal respirar sea un triunfo. 

Porque es un hecho que lo que estamos viviendo hoy en día no se había vivido antes, y por lo mismo no hay una manera específica de cómo sentirte, de qué decir, qué hacer. 

Hay quien dice que si no sales de esta pandemia sin haber leído un libro, hecho una buena acción y mejorando, no habrá servido de nada. Y estoy de acuerdo en que tenemos que hacer lo más asertivos y compasivos posible, pasando por la empatía en el inter. 

Pero también creo que los procesos de cada uno serán brutalmente distintos, siento que lo que nos puede servir es platicar y entender que no estamos solos en esto, estamos unidos en la distancia. 

Y claro que hay días que sentimos que nadie nos entiende, pero estoy convencida que más de uno seguramente está pasando por lo mismo. 

Todos somos decisiones, esas que hacemos de manera consciente e inconsciente. Y cada una de ellas, van conformando ese papel y tinta que va  escribiendo capítulos, que van contando nuestra historia de vida. 

 En este ir descubriendo el propósito y felicidad de cada uno. Siempre he admirado la valentía, de las personas que asumen que existe un propósito de vida, y una felicidad única para cada persona, y que se sostienen. 

Claro que no es fácil eso de ser valientes, e ir buscando esos momentos de felicidad, el miedo al fracaso, es lo que muchas veces nos impide avanzar. Pero una vez que lo superas, tu vida da un giro delicioso hacia el ok fracasaré o tal vez no, pero sin duda al menos lo intenté y ese triunfo no me lo quita nadie. 

Ahorita que estamos encerrados, he tenido ataques de ansiedad bien cañones, y de insomnio super fuertes pensando que más puedo hacer, ¿de qué manera puedo ayudar? Y les aseguro que los días en los que he propuesto, he ayudado y he logrado pasar de la reacción a la acción han sido los días que mejor me he sentido. 

Creo que muchas veces nos queremos ir a las grandes acciones, cuando seamos honestos hoy en día cada acción por mínima y pequeña que sea impacta. El simple hecho de quedarte en casa ya está generando una acción positiva. 

Algo que me ha ayudado es preguntarme ¿Qué te hace feliz a ti? ¿Cuál es tu propósito? Cuando tomas rumbo, y  usas tus fortalezas para ayudar a los demás, tu vida cobra significado, todo es mucho más sencillo y simple.  Hay ocasiones en que nos enfocamos tanto en la meta, que se nos va olvidando disfrutar el trayecto que nos ha llevado hacia ella. 

Así que llenémonos de buenas acciones diarias, demos propinas, si tenemos la opción regalemos cubrebocas, o gel antibacterial, jabón líquido, o desinfectantes. Regalemos comida.  

Hagamos videollamadas con la familia, con los amigos, estemos pendiente de esa persona que sabemos que le cuestan más los cambios o que es más depresiva. ´

Prometamos que no volveremos a dar por sentado nada, que no nos volveremos a perder de risas, historias, y muchas cosas más, que cuando esto pase, retomaremos la esencia, y volveremos al camino del bien común, que sí somos honestos es el que invariablemente nos provoca felicidad. 

 Cuando te rodeas de personas que te aportan, que te quieren y quieres, es cuando logras esa armonía necesaria. Cuando te eres fiel a quién eres, siempre encontraras la manera de terminar rodeado de las personas que te apreciaran, justo por eso. 

Para poder trascender necesitamos ir logrando nuestra mejor versión, que se irá dando con fracasos, aciertos, e  ir dejando huellas en las personas con las cuales vamos coincidiendo.  

Cada persona va conectando de distintas maneras, algunos con una palabra, un consejo, un artículo, un abrazo. Lo importante es, al final de nuestras vidas, ¿Cómo te recordaran? 

Todos tenemos una historia de vida, la cual vamos escribiendo día a día, entre más consciencia tengamos de ella, de cómo ha sido, y porque se ha ido desarrollando como lo ha hecho. La  podremos seguir escribiendo con más sentido y propósito, trascendencia y significado. 

Por último no olvidemos que: la vida es mucho más simple de lo que creemos. Solo es cuestión de que esto nos haga sentido, y actuemos en consecuencia. Seamos más considerados hoy que nunca.  

El mundo hoy necesita que expresemos todo el amor que tenemos dentro.  


Gracias por ser parte de esta aventura y leerme, déjame tus comentarios que me dará gusto leerlos. Si te gustó comparte este post en tus redes sociales.  

MJBDU 

viernes, 17 de abril de 2020

-TOMANDO CONSCIENCIA-


Y si aprendemos a valorar lo que tenemos en el momento que lo tenemos. Con todo esto que nos está pasando y que nos ha hecho cambiar nuestra vida, al menos a como hace un mes la estábamos viviendo todos, he caído en cuenta que sí es una realidad, todos queremos lo mismo, algo diferente.  

Nos encanta creer que somos a temporales, que a nosotros no nos va a pasar, que le puede pasar al de junto, pero nosotros somos inmunes a eso. 

Aún aterrorizados como estamos ahora, no somos capaces de realmente valorar y disfrutar lo que tenemos, estamos encerrados en nuestras casas y ahora sí extrañamos los viajes, las salidas, los drinks con los amigos, los besos deliciosos, las pláticas en los cafés. Los abrazos que siempre nos daba flojera dar, y que se nos hacían cursis.  

Ni más ni menos siempre queremos justo lo que no podemos tener, somos adictos a eso. Creo que algo que me he cuestionado en toda esta cuarentena es ¿Quiénes vamos a ser como seres humanos cuándo todo esto termine? 

¿Seremos mejores, seremos peores, seremos iguales. Toda esta vivencia habrá servido para algo?  

En verdad espero que sí y para mucho. Ojalá que nos sirva para no postergar, para nunca irnos de nuevo sin decir te quiero, para no escatimar los abrazos, para no dudar los besos, para demostrar a cada momento lo que estamos sintiendo, para apreciar en demasía los atardeceres, para saborear ese chocolatin pensando que nunca sabemos cuándo lo podremos comer  y cuándo no. 

Para que cada que nos de flojera salir y hacer cosas, recordemos que estuvimos este tiempo encerrados ansiando estar afuera comiéndonos el mundo, y que cuando teníamos la oportunidad de hacerlo, lo dábamos tan por sentado, que nunca se nos ocurrió que un día no podríamos hacerlo.  

Y lo más fuerte de todo, es que ocurrió en un segundo, así es como te puede cambiar la vida, para bien o para mal. Y estando brutalmente consciente de esto. Me propongo, no volver a dar nada por sentado, a disfrutar absolutamente todo, cada risa, cada plática, cada canción, cada salida, cada llegada. 

A realmente creer que todos tenemos propósito en esta vida, que si estoy aquí es para ser y hacer el bien. Que mi libertad empieza y termina en mí, no es un lugar específico.  

Quiero estar totalmente consciente que, si yo estoy bien conmigo, podré estar bien en cualquier lugar del mundo con quien sea.  

Recordar que hubo un momento que hacer cosas tan cotidianas como ir por un café se volvió un deporte de alto riesgo. Siento que para bien y para mal, aún no terminamos de dimensionar todo lo que está ocurriendo, a lo que nos estamos enfrentando y las consecuencias que provocará. 

Por un lado creo que nos invade la incertidumbre, las ganas de que todo esto termine pronto y que sea lo menos catastrófico posible.  

Y por otro lado creo que estamos despertando a un nivel de conciencia distinto, a realmente ser consientes y entender el mundo de una manera distinta.  

Ojalá decidamos hacernos más caso a nosotros, y menos al resto. Escuchar más nuestra voz interna y silenciar más el ruido externo. A ser lo más auténticos que podamos, siguiendo lo que nos hace feliz a cada uno.  

Creo que algo que agradezco muchísimo es que, en esta pandemia estamos pudiendo ayudar de muchas maneras a los que más nos necesitan y estamos demostrando una vez más, que siempre será en la unión y en el amor. 

 Ojalá nos demos cuenta que es en la simplicidad, que de verdad si seguimos en el no aprovechar las oportunidades cuando las tenemos, los momentos cuando están ocurriendo. Quizá no se repetirán y nunca más los podremos vivir. 


Así que seamos conscientes y aprendamos a vivir en el aquí y en el ahora, tomando real noción de que hoy estamos y eso es lo único que importa. 


Amemos de verdad, riamos hasta que nos duela la mandíbula, lloremos y hagámoslo con el sentimiento necesario para que nos desahoguemos. Seamos felices, porque podemos, porque estamos sanos, y porque la vida son dos días y debemos disfrutarlos. 



Hoy cumplo dos años de estar escribiendo el blog y no saben lo que les quiero agradecer cada vista, cada comentario, cada like y cada compartida de los post que han hecho y hacen que esta aventura sea de lo más única y especial. ¡GRACIAS! 

Gracias por seguir siendo parte de esta aventura, déjenme sus comentarios me dará gusto leerlos. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales, para que más personas se enteren de este blog.  


 MJBDU




Mi chinuda preciosa

Hoy estás durmiendo acurrucada junto a mí, por quinceava vez en estos días tuve que soltar, olvidar los planes y quedarme en el presente, cu...