En este rush de vida que traemos todos últimamente siento que se nos van olvidando cosas básicas. Que siempre es bueno que nos vayamos recordando de vez en vez, para tratar de lograr esa tan ansiada estabilidad emocional y el equilibrio necesario para sobrellevar en felicidad la adultez, que miren que no es cualquier cosa eh, si lo sabré yo.
Empecemos nuestros días con una buena taza de café fuerte, que nos recuerde que nosotros lo somos también, que a pesar de que hay días que son súper largos,o difíciles, esos tragos de calma y ese olor a cielo, nos engañe haciéndonos creer que somos capaces de todo.
No olvidemos jamás que para poder estar en una relación cualquiera que esta sea primero tenemos que traer a tope la habilidad de enamorarnos de nosotros mismos diario, es de la única manera que lograremos estar en comunidad con alguien de forma sana.
Rodeémonos de personas a las cuales les aprendamos cosas, que se vuelvan guía en nuestra vida, que nos inspiren, nos motiven y que admiremos. Es de la mejor manera que salimos de nosotros y crecemos.
Abracemos cada que podamos, a distancia, a cercanía, a quién se deje abrazar, al final esos abrazos son apapachos al alma. Nunca sabemos cuándo ya no podremos hacerlo, y es lo que extrañaremos.
Entre más crecemos más valoramos a los verdaderos amigos, porque por desgracia ya tuvimos más de una mala experiencia y ya entendimos que no cualquiera lo es. A esos que sí lo son: atesorémoslos; cuidémoslos y procurémoslos, porque si vale algo o alguien la pena, eso se cuida y se quiere con el justo valor que merece.
Cada día si prestamos la suficiente atención nos brindará experiencias emocionalmente cautivadoras, abramos los ojos y agudicemos los sentidos, estemos atentos a esos pequeños milagros diarios.
Comamos y tomemos lo que queramos y que nos haga felices: pizza; chocolate, helado, vino, café, chocolatienes. Con medida, pero dejemos de limitarnos por estándares de moda impuestos, que al final hacen más felices a los demás y más infeliz a ti, cuando debería de ser lo contrario.
Hagamos la mejor colección de memorias y momentos de la historia, lo que recordaremos al final de nuestros días serán esos amores fallidos, el oso de decirle y que no te correspondiera, pero la valentía de al menos intentarlo. El beso que diste y que no olvidas, esos consejos del que fue en su momento el amor de tu vida. Esas historias locas serán lo que le dará esas especias a la sazón de tu vida, y lo que recordarás por siempre.
Aprendamos a reír de todo, por nada. Esa capacidad es la que muchas veces nos sacará de momentos duros, así que a entrenarla de forma diaria. Riamos tan fuerte que nos salga esa risa peculiar, que apenas podemos recobrar el aliento mientras reímos. Gocemos la risa diaria.
Busquemos gente sincera en nuestra vida, amigos verdaderos que nunca te abandonen, que estén en tus malas, en tus buenas y tus regulares, que jamás traten de cambiarte.
Soñemos, seamos valientes, cada sueño que emprendamos hagámoslo en grande. Si sale como queríamos éxito, sino será un gran aprendizaje.
Mantengamos nuestras convicciones en la vida, hoy en día esto es de lo más complicado por hacer. Más en 2020 que todo es tan seriado, tan de moda, tan de encajar, llevemos la contraria y respetémonos a nosotros mismos, es el mejor regalo que nos podemos hacer.
Tengamos el coraje para superar las dificultades de la vida, que sin duda no serán pocas. Determinación para transformar esos contratiempos en aprendizaje y motivación para seguir después de lograr vencer las dificultades.
Busquemos a cada paso que damos salir de nuestra zona de confort. Para crecer, para mejorar, para superarnos e ir rompiendo esos límites que cada uno nos vamos poniendo.
Demos besos que hagan que los corazones se detengan y que quieras más y más de ellos, besemos con intención siempre, demos besos de esos que llenan los corazones.
Visitemos una ciudad o un país o encontremos un lugar que nos cautive, que se convierta en magia para nosotros, que sea nuestro lugar especial.
Que siempre el lugar en el que vivamos lo podamos llamar hogar con lo que tengamos, al final la calidez, el amor y un buen olor de café por la mañana es lo que lo van volviendo justo eso. Y que nuestro hogar siempre sea nuestro lugar seguro en el mundo.
Deseo que en este viaje llamado vida aprendamos lo más pronto posible a ser rudos para sabernos defender, que nunca nos dejemos pisotear, y que siempre tengamos la capacidad de tratar a los demás de la exacta manera en que nos gustaría que nos trataran.
Viajemos como diría Unamuno para quitarnos lo racistas, hagamos viajes largos en coche, en los que podamos cantar con alguien, platicar. Tomemos aviones a lugares maravillosos que nos permitan abrir los ojos a cosas increíbles, a nuevas culturas, idiomas, comida, que nos muestren lo fascinante que es este mundo caray.
Parte del ser adulto es que la vida nos va insertando de manera natural ese miedo en el cerebro y nos hace dudar más de una vez de nosotros mismos. No lo permitamos, hay que revelarnos ante esto. Pausemos cuantas veces sean necesarias, seamos valientes, y demostrémonos que somos mucho más fuertes de lo que creemos.
Disfrutemos a más no poder esos momentos que se nos presentan en la vida en que nos sintamos invencibles, esos son los que tenemos que hacer la mejor memoria, para que cada vez que flaqueemos los traigamos de vuelta, y recordemos que sí se puede, que ya lo hemos hecho antes y que lo volveremos a hacer.
Vayamos a conciertos, cantemos y bailemos a todo pulmón. Agitemos nuestros sentidos por medio de la música que siempre es y será magia.
Nunca olvidemos nuestra habilidad y valor y lo poderosos que somos como mujeres y hombres, nunca dejemos de recordar que somos iguales y que somos equipo, que no es una lucha, que no somos competencia, somos individualidades que por fortuna coinciden en conjunto.
Tengamos momentos de paz y calma, haciendo lo que más nos gusta, ver el futbol tomando una cerveza. Ir por una copa de vino. Comer rico. Ir a correr. Hacerte un masaje relajante en un spa. Hagámonos tiempo y busquemos la motivación para continuar permitiéndonos todos nuestros pasatiempos e intereses.
Gocemos de la simplicidad de esos días de netflix en pijama viendo series o pelis, comiendo helado, pizza tomando café con chocolatin. Disfrutemos de los acurrucamientos, del sentirnos bien.
Entendamos que después de la tormenta siempre llega la calma. Todo pasa hasta los momentos más difíciles, y al final todo se supera. Los días fríos nos hacen apreciar los soleados. Los días tristes nos permiten valorar mejor los días felices.
Busquemos parejas que sean nuestros compañeros de viaje; de aventuras, que sean nuestros mejores amigos, nuestros cómplices en las buenas y en las malas.
Que nos respeten, que sean siempre honestos, que nos adoren y que siempre nos hagan sonreír. Que nos hagan cumplidos sin ton ni son todo el tiempo, que siempre nos recuerden lo valiosos que somos, y lo maravillosos que creen que somos, y su admiración se note siempre.
Que nos den confianza, certezas y no incertidumbres. Que nos amen como cada uno merece. Que sean nuestro equipo de vida. Y esa persona que con toda su imperfección sea perfecto y exacto para cada uno.
Permanezcamos en la vida de las personas, luchemos por conservar lo que realmente valga la pena. Eliminemos lo desechable de nuestras vidas desde los platos, hasta ese mal trato a las personas, somos seres humanos en convivencia, no personas que entran y salen a destajo de la vida de las personas, como si fuéramos algo que se usa y bota.
Intentemos siempre tener un nexo con nuevas ideas, y constantemente estemos en contacto con nuevas perspectivas. Que nos aporten distintas formas de ver y entender el mundo.
Busquemos rodearnos de gente que nos desafíe intelectualmente, ese tipo de personas son los que nos provocan hambre de aprender más, de ser mejores, nos aportan sabiduría y aprendizajes.
Seamos seres espirituales, es ilógico creer que hay solo una religión o una deidad. En esa espiritualidad que a cada uno nos vaya mejor, seamos cada día mejores que el anterior. Cualquiera que sea la religión que elijamos que nos dé un sentido de propósito y amor.
Celebremos cada uno de nuestros logros por muy pequeños que sean. Sintamos orgullo por cada paso dado y cada meta lograda. Es lo que nos ha llevado a quienes somos hoy.
Disfrutemos de nosotros mismos que cada día de nuestra vida sea inconmensurable. Si nosotros no explotamos todo nuestro potencial y no entendemos nuestra valía nadie más lo hará por nosotros mismos.
Nunca perdamos de vista que la oportunidad de ayudar a los otros, de tocar vidas, de alguna u otra manera, es lo que nos hace mejores personas, y es lo que va dejando huella, siempre ayudemos a los que más nos necesitan, desde nuestra trinchera, y en nuestras posibilidades.
Vivamos con descaro, siendo cínicos ante la vida, tomemos la vida por los cuernos afrontándola y actuando en consecuencia para exprimirla a nuestro favor.
Madurar es aprender a elegir tus “oops” en la vida; porque hay batallas que no quieres que se queden en “what if” Mientras libramos esto en nuestras vidas que siempre haya vino de por medio, con copas muy grandes y botellas en plural para afrontar esas batallas mejor.
Que cada día que pasa tengamos una mejor comprensión y entendimiento de lo que es la belleza, y en donde radica realmente.
Valentía para que cada que algo no resulta como queremos, un trabajo fallido, un corazón roto, un plan desecho. Tengamos el coraje necesario para volverlo a intentar las veces necesarias.
Esto no todos lo tienen y deberían de tenerlo. Valoren y aprecien a esa persona que siempre le pueden llamar cuando se sienten perdidos. Esa persona es un diamante en bruto en sus vidas. Trátenlo como tal.
Nunca den por sentado a nadie ni a nada, es el peor insulto que le pueden hacer a alguien. Es darle a entender que no merece más, porque ya fue suficiente. Cuando crees que ya tienes algo o a alguien pierdes.
La familia es nuestro mejor apoyo, son nuestro norte y los que nos hacen volver al centro cada que nos salimos de control.
Apreciemos el arte en todo: en los atardeceres, en los cuadros, en la escritura, en la música, en las exposiciones. Leamos, veamos obras de teatro, y conmovámonos por el arte más extraordinario. Ojalá siempre seamos capaces de apreciar la genialidad del arte.
La vida son dos días que se viven un día a la vez. Las emociones y los sentimientos cambian. Para que sean duraderos se deben de construir y procurar en la reciprocidad.
Ojalá podamos encontrar todos nuestro propósito de vida y entender que hay cosas mucho más grandes que nosotros. Tengamos la convicción de que la paciencia es lo mejor, nunca debemos tratar de apurar ninguna etapa de nuestras vidas. Seamos capaces de disfrutar cada día tal cual se va dando y entendamos que ese día va a ser único, irrepetible y maravilloso.
Conclusión la vida es aquí y ahora. Brindemos por el hoy y disfrutemos el vivir en un día a la vez. Recordemos que las ojeras, las cicatrices, los corazones rotos y los rollitos que a algunos se nos hacen, solo son la prueba irrefutable de que estamos gozando la vida a tope.
Abracemos nuestra imperfección y desastrosidad y empoderemos nuestra idiosincrasia, que a fin de cuentas es lo que a los demás les aseguro les hace más gracia.
Gracias por seguir siendo parte de esta aventura, déjenme sus comentarios me dará gusto leerlos. Si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales, para que más personas se enteren de este blog.
6 comentarios:
Excelente tu post, me sabe a alegría por vivir a compartir experiencias a querer mucho y repartir felicidad por todos lados yo tambíen te abrazo con cariño, que tengas un lindo día, aunque no será tanto como tú !!
Gracias por leerme y comentar que tengas un excelente día y semana
Excelente post
Love it! Buen inicio de semana.
Que serie de frases jocosas. En hora buena has iniciado con el pie por delante del 2020. Salu y buenos pro pósitos
Todo mi apoyo para ti
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