-NORMALICEMOS LO COTIDIANO-


El mundo de las redes sociales es de lo más divertido que hay desde mi particular punto de vista. Tienes variedad y espacios donde puedes ir subiendo fotos, pensamientos, puedes estar en contacto con tu familia como en el caso de facebook. 

En Twitter tienes un espacio enorme para ir compartiendo tus pensamientos, hilos, convicciones, música, fotos, formas de ver la vida y el mundo.  

Una tema que desde hace años llevo cuestionándome es ¿Qué tanto las redes nos alejan de los que estamos cerca, y nos acercan de los que estamos lejos?. Creo que el buen uso de la tecnología ha hecho grandes avances que no terminamos aún de calcular.  

Es impresionante como gracias al internet y al whastapp por ejemplo puedo estar platicando al mismo tiempo con mi amiga Española y mi amiga Francesa, que viven en España y Francia. Yo desde México, o puedo hablar horas por teléfono con mi primo que vive en Estados Unidos. Que increíble que sea 2019 y ya tengamos ese alcance.
  
Pero a la vez si les soy sincera creo que una gran desventaja, es que las redes sociales son sumamente presionantes, y te consumen una gran cantidad de tiempo. Debemos de ser muy cuidadosos en cómo las usamos y creo que muchas veces no lo somos.  

De repente te topas redes como el Instagram en el que te saturan con estímulos visuales impactantes, lo cual en ocasiones nos hace creer que nuestras vidas no son “tan perfectas” como las de ciertos perfiles, y entran las comparaciones, y los traumas, cuando yo siempre he dicho que no todo lo que ves y lees, es.   

Alguna vez nos ponemos a pensar que hay detrás de esos perfiles “perfectos” porque la mayoría de las personas lo que subimos son los momentos lindos, la foto en la que sales bien, la comida que se ve deliciosa. 

Nadie sube la foto de las palomitas  quemadas que sabían horrible, mientras tienes cara de vómito por cómo huelen ¿verdad? Esos momentos nos los guardamos para nosotros. 

Siento que hoy en día estamos saturados de tantos estímulos por todos lados, que se nos ha olvidado en verdad cómo ser reales. Creo que ya olvidamos lo que significa estar desconectados de la vida virtual para centrarte en la vida que está ahí, sin el flash perfecto, o el tuit exacto, o la anécdota maravillosa, mientras compartes el meme que sabes será un éxito.  

Los tuitstars que tienen millones de seguidores, o influencers  que todo el tiempo tienen likes y que constantemente te venden todo lo que sus patrocinadores les indican. Son parte de esta saturación.  

¿Pero a dónde quedaron los dolores de cabeza, los días que estas roto y que no puedes ni con tu alma, las fotos en las que tienes cara de locura después del peor día de trabajo, los berrinches de los niños, las infidelidades, la comida que sabe asquerosa? 

Nos han hecho creer que así debe de ser la interacción cuando esa no es la realidad de las vidas, ni el día a día. Normalicemos de una vez por todas la imperfección; el estar de malas, no disponible, estar nostálgico, enojado, triste, insoportable, el no querer interactuar con nadie, las pésimas fotos.   

Por favor el tener vidas reales fuera de la irrealidad perfecta de las redes sociales. Siento que un día de estos cualquiera va a dejar ir al amor de su vida que está pasando justo a su lado, mientras la persona está escribiendo en redes sociales, que se quiere topar con alguien. Y estamos tan inmersos en lo virtual que ya no prestamos atención a lo presencial. 

Se nos están escapando momentos increíbles. Quizá mientras estamos tomándole foto a ese atardecer alguien nos está sonriendo y por estarlo posteando ni nos enteramos. 

¿Qué tal que empezamos a equilibrar y a prestar más atención a lo que requiere que se lo prestemos? 

Y si normalizamos que no podemos estar disponibles para todos, todo el tiempo. Que a veces nos rompemos, nos saturamos, estamos de malas, que hay días que sin más necesitas tu espacio.  

¿Por qué no aprendemos a parar de repente?. Y si recargamos energía para seguir, porqué aunque no lo parezca o no lo crean, las redes sociales te quitan una cantidad impactante de energía y tiempo. Hay veces que la pueden aumentar, pero en muchas más ocasiones la pueden bajar, hasta terminarla por completo. 

Nos saturamos de malas noticias, de cosas negativas, de mala vibra y eso por más nos afecta. Hasta irnos quitando el equilibrio. Paremos hasta que nuestra alma nos alcance, re-carguémonos y sigamos. Normalicemos darnos tiempo para  nosotros. 

Como conclusión: entendamos que las redes sociales son una gran herramienta, una de las mejores si me descuido, pero al final del día no son la realidad.  

Aprendamos a equilibrar el mundo virtual y el real, y a entender que no existe tal perfección como la que de repente se muestra en ellas. 

Evitemos a toda costa las comparaciones y la envidia. Tomemos todo lo positivo, dejando de lado lo negativo, entendiendo que debemos normalizar expresar nuestras emociones todas; las buenas las malas, los días regulares.  

Si no queremos subir las pésimas fotos que todos tenemos,  se vale, pero entonces también seamos conscientes que las personas en la vida real no siempre vamos a vernos igual de bien. Y no es que estés engañando es que claro que a todos nos alimenta el ego el que nos digan que qué buena foto y qué bien salimos. Así que subimos las fotos que más nos benefician. 

Por último normalicemos lo cotidiano.  


Gracias por seguir siendo parte de esta aventura, si les gustó este post compártanlo en sus redes sociales, para que más personas se enteren de este blog. 



MJBDU 



Comentarios

Xavi dijo…
“estamos tan inmersos en lo virtual que ya no prestamos atención a lo presencial" esta frase me mato. Está sublime.
MJBDU dijo…
Gracias por leerme y por tu comentario. Que tengas una linda noche.

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