-EL ARTE DE UBICARNOS EN LA TEMPORALIDAD-


 El tiempo es difícil de controlar. Es temporal, es nostálgico, requiere enfoque. Produce ansiedad o tranquilad. ¿Cuántas veces no hemos escuchado la trillada frase de que debemos de vivir un día a la vez y vivirlo como si no hubiera mañana? Al menos yo unas cientos de veces.  

Siento que ese pensamiento cuando eres pequeño es mucho más fácil llevarlo a cabo, porque las responsabilidades y consecuencias no son tan grandes a las que vas teniendo conforme vas creciendo. 

Conforme vamos creciendo hay aspectos como los emocionales,  en los que quizá la temporalidad sí es más fácil de llevar. Podemos aprender a estar en el presente día a día, sin vivir en el pasado que muchas veces  no nos deja nada bueno, y tampoco viendo constantemente al futuro que solo nos provoca ansiedad. Haciendo eso quizá notemos que nos podemos conducir con una mejor inteligencia emocional.  

Lo temporal es analizar nuestras experiencias diarias de vida: el pasado ya no existe, aunque muchas veces lo estamos llevando al presente por un interés o una pregunta, o para un cálculo a futuro. El futuro aún no está, solo que cuando estamos tratando de construir o pronosticar en el presente es imposible no considerarlo como variante en algunas situaciones. El presente es lo único que tenemos aunque cual ley de murphy es lo más fugaz y efímero.  

Hay dos formas temporalizantes de experiencia: la duración, que se refiere al paso en el tiempo y puede tener diferente longitud; y simultaneidad, que es la sucesión y la singularidad e irrepetibilidad del evento 

Esto es súper fuerte al final de día nunca nos va a pasar lo mismo dos veces. Todas estas experiencias sobre el tiempo afectan cómo periodizar, cómo representamos el tiempo, cómo caracterizamos eventos del pasado o pretendemos predecir o prefigurar eventos futuros, y también cómo discriminamos qué conceptos van a ser más fructíferos. Y justo ahí es donde es más complicado el ir dominando el arte de ubicarnos en la temporalidad.  

veces  vivir en el presente no es lo más fácil ¿cierto?. Cuando tenemos que tomar decisiones fuertes de vida que implican cambios, ¿cómo de manera involuntaria no proyectarnos en el futuro?, ¿cómo mantenerte en el presente?  

Es real nunca sabemos cuándo será nuestro último día, ni cuándo será la última vez que dijimos ese te quiero o que incluso no lo dijimos. Por eso digo que en el plano sentimental quizá sí lo adecuado sería plantarnos en el presente y vivirlo hasta las últimas consecuencias, como si no hubiera mañana y cuándo este llegue, pensar que quizá mañana no lo habrá. 

Así nos centraríamos en actuar de manera presente en las decisiones que inconscientemente van construyendo nuestro futuro. Y tal vez todo sería más real y más fácil. Porque sí es un hecho que cada oportunidad que tomamos, e incluso las que dejamos de tomar, cada decisión consciente e inconsciente nos va llevando hacia allá.  

mi  la palabra para siempre hoy por hoy se me hace de lo más irreal. Como le puedes prometer a alguien que vas a estar para siempre a su lado, cuándo no termino de descifrar y saber qué es lo que será de mi mañana. Se me hace mucho más real creer que todo para siempre está hecho de muchos ahoras, de un incansable empeño por perpetuar lo que con locura se ama en ese instante. 

¿Por qué no centrarnos en ir construyendo relaciones basadas en un día a la vez? Que vayan construyendo los suficientes días hasta que un día digan hasta acá llegamos, o la muerte nos separó. Pero con el mismo amor, las mismas ganas, el deseo intacto de los primeros días, de las primeras citas, de esos momentos que lo único que quieres es estar más y más tiempo con esa persona, sin dar por sentado nada, solo con la magia y la endorfina a tope para que se  más.  

El tener un conocimiento profundo de cada evento complejo que nos ha ido conformando, nos permite relacionar el pasado, el presente y el futuro.  Platicando el otro día con mi primo le decía que todos tenemos eventos claves en nuestra vida los cuales marcan un antes y un después. Que son parteaguas que nos definen como personas. 

 Siento que si realmente aprendiéramos a concentrarnos en el aquí y en el ahora disfrutando todo lo que nos va sucediendo, lo bueno, lo malo, lo regular, la platica, la canción, el beso. Si realmente entendiéramos que nada es tan grave como a veces nos parece, todo sería más fácil. 

Como conclusión: siento que esta cuestión de la temporalidad es un tema sumamente complejo que requiere de toda nuestra inteligencia emocional, resiliencia y congruencia, para llevarlo a cabo diario de la mejor manera. 

 Ojalá y vayamos teniendo muchas oportunidades de ir ensayando y errando para ir aprendiendo a llevar este concepto de la mejor manera.  

Situémonos en el presente cada que podamos para ir disfrutando estos dos días que son la vida pasándolo de lo mejor.  


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MJBDU 


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