-EL AMOR ES UNA NEGOCIACIÓN-


El amor es una negociación sin duda y quién no lo vea así está distraído y no es un buen negociador me queda claro. ¿Pero cómo que es una negociación?. ¿Qué no es un sentimiento puro, que empieza en el se conocieron, se reprodujeron, y aplicaron el  y vivimos felices por siempre?. 

Este es un buen ejemplo de lo que me refiero en la negociación, es ir rompiendo tabús que no son reales, ¿cómo le puedo prometer amor eterno a alguien, cuando no tengo ni la más remota idea de qué es lo que yo quiero hacer mañana, o a dónde me veo en cinco años? Es mucho más realista ir viviendo un día a día.

La vida me ha demostrado en demasiadas ocasiones que tú haces planes, y Dios, el universo, el karma o en lo que crean se reirá de ellos. Así que ya dejé de hacerlos. 

El amor es una negociación porque cuando conoces a alguien, se van negociando: humores, formas de ser, de pensar, de sentir, de recibir amor, de demostrar el amor, niveles de energía, con mis ligues europeos entendí que vaya hasta de idiomas y husos horarios.  

Es ir mostrando flexibilidad en situaciones y cosas que tal vez jamás te imaginaste antes serlo, es ir equilibrando porcentajes en la relación. Porque otro mito es que es un 50/50 habrá días en que tú des más y otros en los que la otra parte aporte la parte que se necesita.  

Es ir negociando humores, buenos, malos regulares. Es ir entendiendo cómo reaccionas tú cuando estás de malas y cómo lo hace él, y que a los dos les funcione. Se negocia hasta el saber si se dormirán enojados o no. Pleitos por besos, sexo de reconciliación. Tolerancias e intolerancias. 

Es ir negociando momentos fuertes, una muerte, una pérdida, una quiebra, una enfermedad. Fracasos personales, y fracasos mutuos. Algo que los descoloque de sus centros y que los haga crecer o no. Ahí entra la negociación.

También se negocian, las relaciones en sus vidas, porque cuando se conocieron, los dos tenían familia, amigos, personas importantes para ustedes, trabajos, hobbies.  

La negociación varía día a día, es entender que no se puede dar por sentada a la otra parte, porque es ir creciendo juntos en un día a día. Conociéndose en esas negociaciones mutuas.  

Es ir negociando comidas, religiones, educación, mascotas, vida sexual, pasiones, viajesSon tantos factores y tan variados que es un reto sin duda el irlos negociando día a día. 

Entonces es cuando vas aprendiendo que hay batallas por librar y otras que simplemente debes dejar ser. Hay cosas que para ti serán puntos de quiebre y no negociables, así como los habrá para la otra parte. Es ir negociando respeto.

Es irse conociendo en todas y cada una de sus etapas, ir negociando pasados, el no cobrar facturas ajenas, que obvio son parte de ti, y que te hacen ser quién eres, pero entendiendo que la persona que está junto a ti hoy, no fue la que te lo hizo ayer.  

Es ir negociando su futuro a través de negociar hasta sus estilos de vida. Es ir negociando el sentido del humor, topense con alguien que los haga reír y tendrán gran parte de esas negociaciones ganadas. 

Se tienen que negociar los super, el cómo usan las pastas de dientes, las  maneras de cocinar, los días para flojear, las miradas y los besos por sonrisas. 


Es ir negociando silencios, palabras, lágrimas, carcajadas. Es ir entendiendo que salir de ti para entrar en un dos, es una apuesta y que esta puede salir bien o mal, siempre será un riesgo y la primer apuesta y negociación de todas, es saber si siquiera quieren intentarlo. 

Es ir negociando sentimientos, momentos que no siempre estarán en coordinación y equilibrio. Negociar sus días negros y sus días rosas o azules, su música, y sus berrinches, sus necedades mutuas y sus complicidades únicas. 

Es ir negociando con una persona que no eres tú, que no tiene tu sentido común o quizá sí, que se irán descubriendo en un día a día, que tendrán que ir negociando su crecimiento juntos.   

El que quieran hijos o no, el cómo van a educar a esos hijos, negociaran el dinero, el alcohol, el tipo de vino, las cafeterías a las que acudan, los intereses mutuos, los intereses propios. Es ir negociando amigos, enemigos, estaciones del año, enfermedades, clichés y felicidad. 

Pero también es ir negociando paseos de las manos, carcajadas, momentos que son chispas, miradas de complicidad únicas, abrazos que te hacen creer que todo irá mejor, el saber que se apoyan mutuamente. 

Después de todo lo anterior y pensando que qué flojera tener que negociar tanto, les puedo asegurar que cuando te topas con un buen negociador, todos y cada uno de los aspectos habrá valido la pena, el chiste es esperar por la negociación adecuada, con el negociador perfecto para ti.

 Al final en esta negociación es ir entendiendo que no todos van a querer hacer la apuesta, y se vale. Que habrá como en todocon los que la negociación sea la más benéfica para los dos, que será muy divertido ir negociando y les funcionará irse equilibrando en tratar de lograr juntos una estabilidad emocional en conjunto ¿se lee fácil no? No lo es, se los prometo.  

¡Suerte en sus negociaciones diarias!  

Gracias por seguirme en esta aventura y leerme, dejen sus comentarios que los leeré. Si les gustó el post compártanlo en sus redes sociales.


MJBDU 


Comentarios

Anónimo dijo…
Buenísimo me gusta tu lírica y es verdad necesitas un buen negociador
MJBDU dijo…
Muchas gracias por leer y comentar.
Roberto Escobar dijo…
La mejor negociación es cuando es a GANAR-GANAR, cuando se desequilibra y entra el PERDER de cualquiera de los lados, entonces ya se fracturó o agrietó y comienza a trasminarse la humedad hasta que acaba por ablandar los cimientos y cae.
GANAR-GANAR desde los cimientos, sólidos, profundos y hondamente arraigados en el verdadero Amor.
Aún el amor como lo dice San Pablo también tiene límites cuando este se ve rebasado por el egoísmo de una de las partes o ambas..
Negociemos a GANAR-GANAR y nada faltará.. Nada es para siempre, un paso a la vez, un día a la vez hasta el último que nos mantenga unidos..
MJBDU dijo…
Gracias por leerme y el comentario

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