-EL ARTE DE COLOCARTE, ANTE LAS DESCOLOCADAS-

El otro día platicando con una amiga de los enamoramientos que tienes con personas que conoces en vivo o que tal vez ni siquiera llegas a conocer, y que simplemente son platónicos o de lejos, decíamos que algo que a veces puede llegar a pasar es que lo que nunca haces con nadie, con esas personas lo haces. 

Si generalmente eres la persona más racional o la más centrada o equilibrada, siempre te topas con el que te vuelve irracional, o te desequilibra o te descentra, vaya sin más,  que te descoloca. 

Pero saben que es lo único bueno y sano de eso, que tú tienes el control total de permitirlo o no. Aunque al principio en el centro de la des colocación no lo percibas o entiendas, lo cual es lo más natural. Muchas veces nos hacemos las víctimas de: es que me hizo o me dijo, o no entiendo ¿por qué se comporta así o hace tal?  

A ti no te corresponde saberlo, ni entenderlo. De lo único que tú tienes control es de ti.  Todos traemos historias de vida y en este ir coincidiendo con las personas, un factor muy importante es el tiempo en el que coinciden y cómo lo hacen.  

Cuando entendamos que los enamoramientos son: gustos con personas que en algún determinado momento coincidiste en intereses musicales, formas de pensar, de ver la vida, en humores, en tipos de comida, en pasarlo bien tomando drinks, en tener química y poder platicar de todo y de nada, en que leas un mensaje suyo y simplemente te haga sonreír, que compartan estilos de vida, y que todo esto es tan pasajero o duradero como vaya fluyendo, quizá los disfrutaríamos más.  

Cuando empiezas a salir con alguien, es la peor etapa desde mi perspectiva porque implica un proceso de adaptación con alguien que no te conoce y que tú no conoces, que entonces no tiene porqué dominar que no siempre eres así de rara, o que sí puedes moderar tu intensidad, que solo es una monería que al principio te pasa como defensa, porque quizá te han lastimado antes y ahora no te da la gana que cualquiera lo haga, entonces pones barreras para que si va a pasar al menos le cueste un poco más de trabajo. 

Hay banderas rojas, que tienes que tomar en cuenta. Si no está fluyendo del todo, con permiso, si no sacan lo mejor de sí, porque enfrascarse en algo que nomás no es. 

Si de repente te notas siendo la más complicada, o la más extraña ante cosas que en verdad en tu día a día no eres así, y lo más curioso es que cómo fregados la otra persona lo puede saber, si no se dan el tiempo de conocerse. 

Porque pasar de la etapa del enamoramiento que puede durar un día o quizá más, es permitirse mutuamente el darse el chance de pasar de la superficie a la forma. Y es que eso saben requiere esfuerzo, tiempo, ganas y muchos factores más, que hoy en día escasean. 

Así que lo que he ido aprendiendo a base de muy malas experiencias, es a dejarme ser, y que dure lo que tiene que durar, irlo formando de a un día hasta que me tope con alguien que juntemos los suficientes, como para querer que cada día sean más y más. 

Porque saben ya tuve la suerte de toparme con alguien, que justo eso que todos los demás dejaron pasar de largo, él puso alto lo apreció y dijo sí lo quiero. Ese con el que me comporté la más rara, odiosa, insoportable, que puse todas y cada una de mis barreras y me las fue derribando a base de pláticas, de cafés,de risas compartidas, de aventuras y de abrazos.  

 Que me demostró que sí existe el que te puedas topar con personas que saquen lo mejor de ti sin siquiera proponérselo, que hacen que la situación fluya, que te hacen mejor persona, y tú a él, que te quieres, se quiere y eso hace que se puedan querer en conjunto. Reciprocidad y punto.

Si eso no está sucediendo no es ahí, y entonces de manera adulta y madura sal de la situación, sin mala vibra, sin hacer sentir mal al otro, sin dejar de hablar de un minuto a otro, quedando bien, porque saben la vida da muchas vueltas y nunca sabes.  

Las experiencias me han demostrado que cuando terminas bien, porque se vale que no quieran contigo, o que no quieran ser tus amigos, o si quiera formar parte de tu vida, lo que no se vale, es que te hagan o hagas groserías, que te portes mal con la otra parte, no tiene porqué ser así, simple. Cuando lo terminas bien, la vida te lo compensa.  

Aprendamos a actuar como adultos, a dar y ser como quisiéramos que fueran con nosotros y a recibir de manera madura. Cuando actuemos mal pidamos perdón, cuando digamos las cosas hagámoslo pensando en la otra parte. No confundamos honestidad con herir, no es lo mismo.  

Debemos amarnos tanto que cuando alguien no nos valore, seamos capaces de dejar el ego a un lado, entender que no es personal que no pasa nada, y podamos recordar que merecemos reciprocidad en nuestra vida. Y que el amor propio es el único que nos acompañará hasta la muerte. 

Enamorémonos lo más que podamos, pero empecemos por nosotros, para que podamos hacerlo de los demás. La vida son dos días, hagamos que estos sean de lo mejor, lo demás son coincidencias, sincronías disfrutables y que nos hacen crecer, ¿Por cuánto tiempo? El que las dos partes decidan, aprendamos a ir relacionándonos de manera sana y equilibrada. 

¡Recordemos que nosotros tenemos el arte de colocarnos, ante las descolocadas!  

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MJBDU