-ACEPTEMOS NUESTRA VULNERABILIDAD-


Cada día estoy más convencida que nada es gratis en esta vida. Hace unos días vi una plática en Nextflix. El llamado del coraje de Brené Brown.  

Habla mucho acerca de la vulnerabilidad, del coraje y que debemos ser valientes, en todos los aspectos de nuestra vida. Que no hay forma en que puedas conseguir lo que quieres, si temes fracasar. 

Se lee de lo más simple y sencilla esta premisa cierto, pero lo es tanto, que no pude dejar pasar la idea de ahondar más en ella.  

Ella nos dice que, para ser valientes, hay que ser vulnerables, que no hay forma que puedas conseguir una cosa sin la otra. Al final no hay manera que puedas lograr lo que quieres y llegar a donde debes, si no fracasas una, otra y otra vez, y eres valiente al intentarlo a pesar de las derrotas y el fracaso.  

Me dejó pensando tanto. No les voy a contar toda la plática porque de verdad les recomiendo mucho que la vean completa, siento que a más de uno le servirá. Al menos a mí sí y mucho.  

Pero no puedo dejar de rescatar puntos importantes que considero me marcaron y quiero tratar.  

Brené Brown dice que todos le tememos a la vulnerabilidad, al final es exponerte ante los demás de diversas maneras, seguramente mi manera de sentirme vulnerable, no es igual que la de mi hermana, o la de mi primo, o la de mi mejor amiga, o mi ex novio, o mi compañera de trabajo. 

Me quedé pensando en las veces que me he sentido realmente expuesta, por supuesto que no es un sentimiento agradable, al menos a mí de entrada siempre me produce ansiedad.  Pero también tengo que reconocer, que mis mejores relaciones, las que más entrañables se volvieron, han sido con los que más vulnerable me he permitido ser. 

Y por esto mismo les tengo que confesar que al sentirme así, hay muchas cosas que he hecho a pesar de, pero otras más las he dejado de hacer, al tener en cuenta ese sentimiento. Al pensar que mi resultado puede ser negativo en lugar de positivo. Al final del día somos seres humanos, con miedos e inseguridades.

Alguna vez dejé pasar al tener enfrente al que yo creía que era el amor de mi vida, el decirle te amo de frente. O dejé de dar un abrazo que para mí era importante, o hacer una llamada que necesitaba hacer.  

Muchas veces no somos capaces de expresar las emociones, o hacer las cosas, por temor a las respuestas, que además eventualmente llegan. La resiliencia me ha permitido entender que tengo que dar ese salto. A pesar de todo y todos.

Que sí, hay un 50/50 que sean del modo que queremos o, todo lo contrario. En esta cuestión de la vulnerabilidad, siempre debemos considerar que es un factor que nos afecta a todos. No es exclusivo de una persona.  

 ¿Cuántas veces no postergamos momentos, o decisiones, o palabras, por temor a lo que pasará, y al final cuando pasa, nos damos cuenta que se nos quitó un peso de encima?. Porque ya que tienes una respuesta, ya sea positiva o negativa, esta te ayuda a avanzar.  

Muchas veces en situaciones que son cruciales en nuestras vidas, lo importante es una comunicación eficaz, en el momento correcto.  

Hay un discurso que da Theodore Roosevelt en 1910 que ella  menciona que al leerlo, le cambió la vida, y la entiendo a la perfección porque a mí también me cimbró.  

No es el crítico quien cuenta, ni el que señala con el dedo al hombre fuerte cuando tropieza o el que indica en qué cuestiones quien hace las cosas podría haberlas hecho mejor. El mérito recae exclusivamente en el hombre que se halla en la arena, aquel cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre, el que lucha con valentía, el que se equivoca y falla el golpe una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y sin limitaciones. 
El que cuenta es el que de hecho lucha por llevar a cabo las acciones, el que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, el que agota sus fuerzas en defensa de una causa noble, el que, si tiene suerte, saborea el triunfo de los grandes logros y si no la tiene y falla, fracasa al menos atreviéndose al mayor riesgo, de modo que nunca ocupará el lugar reservado a esas almas frías y tímidas que ignoran tanto la victoria como la derrota”. 

Al final es eso, si no te esfuerzas, si no lo intentas siquiera, si no lo visualizas o no haces al menos la prueba, siempre te quedarás en lo que estás. Y es justo saliendo de eso, como se consiguen grandes cosas.  

Claro que habrá fracaso: te dolerá sí, querrás dejarlo; por supuesto que sí. A  ninguno le gusta la derrota, no creo que a nadie le encante el NO como respuesta.  

El sentir que fallaste, y que las cosas no salieron como tu planeaste que saldrían, no es el mejor sentimiento. Cuantos ejemplos no tendremos todos y cada uno de esto. 

 Desde el aplicar a un trabajo, que morías de ganas que te lo dieran y que te contestaran que no cubrías el perfil. Decirle al chico o la chica que te gusta que estas enamorado, y que te contesten que ellos no. El querer un bebé y que no puedas embarazarte, todos tenemos algún ejemplo específico.

Siempre tenemos opciones eso es lo fuerte del libre albedrío. Alguna vez una persona que me lastimó mucho me dijo que ella por las buenas era buena, pero que por las malas era una hija de la fregada. Me reí por dentro porque, ella se creyó en ese instante especial. Claro que todos tenemos esa opción. Solo que mi elección diaria es no serlo, y la de ella es sí serlo. Ahí está toda la diferencia. 

Todos podemos vivir en nuestra zona de confort, o movernos en lo incierto, de no saber si te irá bien o mal, si triunfarás o fracasarás. Pero creo que el dejar lo cómodo, el elegir ser buena persona, tal vez no en el instante, pero sin duda a lo largo de tu vida, notarás que fueron riesgos y decisiones que valieron la pena.  

“Si eres valiente en la vida vas a fracasar, no es una opción, es un hecho. La vulnerabilidad no se trata de ganar o perder, es tener la valentía para actuar cuando no puedes controlar el resultado.” Brené Brown. 

La vulnerabilidad es volverlo a intentar cuando ya has fracasado, cuando ya dominas ese sentimiento de derrota, cuando ya lloraste hasta quedarte dormida, cuando ya te corrieron de un trabajo, cuando ya supiste lo que era no poder pagar la renta, cuando te han roto el corazón en tantos pedazos que no sabías que existían, y a pesar de todo eso, lo vuelves a intentar por ti y para ti, cuando te eres fiel y nunca te traicionas por los demás.

Qué fácil sería si todo fuera éxito cierto, pero no, la vida no es así. Muchas veces no hay mejor manera de mostrar lo valiente que podemos llegar a ser, hasta que no nos permitimos ser vulnerables. La vulnerabilidad es un camino de acercamiento al otro. Nos da miedo ser vulnerables, y nos da miedo la vulnerabilidad de los demás.  

Algo que siempre nos provoca estrés,  en esto de la vulnerabilidad es la opinión de los demás. Hay muchas personas que siempre tendrán un juicio sobre de ti, y de lo que haces y dejas de hacer de tu vida, que opinarán cuando tal vez ni siquiera te conocen, no dejes que ese ruido sea parte de tu vida. No atrapemos lo que no nos corresponde.  

Como conclusión a esto, así como hay personas que te critican,  siempre habrá personas que te harán críticas constructivas, que no solo te dirán el sí todo está bien, sino que te precisaran la situación como corresponde…"escucha los comentarios de los que te aman, no a pesar de tus errores y vulnerabilidad, sino precisamente  por ellos. Esas opiniones son las que importan” B.Brown  

Cuando alguien es voz en lugar de ruido, no hay pierde, cuando te escuchan y no quieren darte la receta feliz tampoco lo hay, cuando te permiten ser vulnerable y tener errores y vivirlos como te corresponde ahí es. 

Seamos más valientes, permitámonos más a menudo ser vulnerables, y aprendamos de nuestros fracasos, solo así iremos descifrando nuestra mejor versión de amor y de ser. 

Gracias por seguirme en esta aventura y leerme. Si les gustó este post compartanlo en sus redes sociales para que más personas se enteren. 


MJBDU 





Comentarios

Entradas populares